Sin duda la situación sanitaria actual ha generado un impacto en la vida de todos nosotros. No sólo debemos adaptarnos al encierro y lidiar con las frustraciones que éste nos genera, sino que además hacemos un gran esfuerzo para darle continuidad a nuestras actividades, e incluso asumir roles que no habíamos hecho nunca (profesor, asesor del hogar, psicólogo, peluquero, cocinero, entre otros) lo cual nos ha generado un gran desgaste personal.

Según un estudio realizado por la ACHS, la tasa de implementación de teletrabajo ha sido transversal en el territorio nacional, pues un 95,3% de las empresas lo han hecho realidad. En cuanto a la extensión de este método laboral, el 66% no ha definido aún una fecha de término, lo que es interpretado por la organización como una señal de que podría trascender a la crisis, generando potencialmente un cambio cultural.

Lo anterior, por ende, nos obliga a replantearnos temas que hace unos meses confiábamos se resolverían con el término de la cuarentena. Y es que muchos nos consolábamos con el hecho de saber que en algún minuto retomaríamos nuestra “normalidad”, sin embargo, estas cifras nos demuestran que quizás viviremos una “nueva normalidad”. Es por esto que debemos reevaluar prioridades y establecer un plan de acción personal-familiar que nos permita enfrentar este cambio cultural y adaptarnos a sus nuevas demandas para obtener de igual forma buenos resultados.

Cuatro recomendaciones clave

A continuación, entregamos cuatro recomendaciones que nos pueden ayudar a trabajar desde nuestros hogares de la mejor manera posible, considerando que no sólo debemos rendir en el trabajo sino también en nuestras casas, en nuestras familias, en el colegio de nuestros hijos y en otros compromisos:

  1. Organiza: fijar horarios para nuestras distintas actividades para planificarnos día a día y ser productivos en todo ámbito, determinando qué horario destinaremos para nuestro trabajo y qué horarios dejaremos para distracciones u otras labores familiares o del hogar (como tareas escolares, cocinar, hacer deporte, pasatiempos, etc.).
  2. Autodisciplina: crear un espacio de trabajo que sea nuestro y nos haga sentir como en la oficina, evitándolo cuando no estemos trabajando de tal forma de poder marcar límites concretos respecto a nuestro trabajo y al tiempo libre o en otras labores.
  3. Prioriza: hacer un listado de las cosas que debemos hacer durante el día y ordenarlas por importancia para clasificarlas en prioritarias, moderadas o sencillas. Esto permite cumplir siempre con lo importante y mantenernos al día en los distintos roles que desempeñamos.
  4. Imprevistos: dejar espacios de tiempo disponibles para posibles situaciones que no estén en nuestro control o debamos resolver, de tal forma de poder responder a ellas de manera adecuada.

Takeaways: Estas y muchas más recomendaciones existen para adaptarse al teletrabajo, pero el factor común entre todas es el enfatizar en nuestro bienestar. Sin salud, tanto física como mental, nada de lo que hacemos alcanzará su máximo potencial, al contrario, en muchas ocasiones no alcanza ni el mínimo. Por ende, debemos darle siempre prioridad a nuestro bienestar y no descuidarlo, sobre todo en esta situación límite en la que inevitablemente nuestra salud se ve afectada.