En miles de organizaciones de múltiples industrias, la emergencia sanitaria ha hecho que individuos y equipos experimenten altos niveles de tensión y dificultades para cumplir con su trabajo en forma remota. Esto se exacerba al sumar el confinamiento familiar y la incertidumbre respecto de lo que ocurrirá en el futuro, tanto en términos económicos como de salud. 

Lo anterior obliga a los Gerentes de Recursos Humanos o de Personas a actuar ágil y eficientemente, algo que en nuestra experiencia trabajando con organizaciones de todo tipo no ha sido fácil. ¿Cómo apoyar a los equipos de trabajo de tu organización sin colapsar con nuevas tareas a tu equipo interno? Aquí dos estrategias clave:

Haz un catastro o pulso rápido de cómo están funcionando tus equipos, de forma que puedas focalizar el apoyo

En lugar de llegar con una solución genérica a toda la organización, identifica qué equipos están teniendo más dificultades para operar en contextos remotos y parte por apoyar a esos equipos en forma dedicada. En nuestra experiencia, existen equipos que por las características del trabajo que realizan les es más fácil adaptarse a la nueva situación que otros, y que pueden funcionar casi sin mayores modificaciones en forma online. Tal como ocurrió para el terremoto de 2010 en que se realizó un catastro rápido que permitió orientar la ayuda de mejor manera, es indispensable tener un termómetro de la situación en tu organización. Y ojo que no solo es necesario medir si las personas están pudiendo realizar sus tareas, sino que será necesario entender la dinámica del equipo de trabajo y el nivel de motivación y sentido de propósito que está viviendo cada uno de sus miembros.

Distingue las dificultades que enfrentan los colaboradores, jefaturas intermedias y equipos gerenciales

El mismo traje no les calza a todos los miembros de tu organización. Las jefaturas intermedias (subgerentes, jefaturas y coordinadores) viven el día a día con sus equipos de trabajo y conocen de cerca las problemáticas que tienen, tanto en lo personal como en lo laboral. El equipo gerencial tiene desafíos más estratégicos, pero focalizarse exclusivamente en ellos pueden desconectarlos de la situación de los equipos que lideran. Transversalmente, ambos necesitan apoyo en cómo contener emocionalmente a sus equipos, acordar formas de trabajo flexibles con ellos y navegar la crisis de la mejor manera posible. Así, si bien el foco de trabajo es común, los énfasis dependiendo del grupo que tengamos al frente varían. El trabajo, en cualquier caso, debiera estar en dos niveles: apoyar la gestión de su o sus equipos y fortalecer las redes entre pares. Mientras el primero les permitirá intervenir en términos de coordinación de tareas, facilitación de la dinámica de equipo y compromiso con el propósito organizacional, el segundo les permitirá compartir experiencias y trabajar problemáticas específicas, dándose apoyo mutuo a través del período de crisis. 

Takeaways: Adoptar un mismo programa de formación y apoyo para todos los equipos de trabajo de una organización de gran tamaño es una tarea cara e inefectiva. Comprender en qué están tus equipos y adoptar programas diferenciados según la necesidad será clave para facilitar que tu organización retome sus estándares de desempeño, independiente de cuándo logremos volver a una operación normal.