La pandemia de Covid-19 ha impactado el mundo laboral de muchas maneras. Pero sin duda, una de las consecuencias más significativas de esta situación ha sido la adopción del teletrabajo como norma casi que obligatoria.

Sin embargo, muchas empresas consideran que ya es tiempo de que su personal retorne a las oficinas.

Esta premisa plantea unos cuantos desafíos más que interesantes en la gestión de los Recursos Humanos.

Por un lado, el estado mental y emocional de los trabajadores es muy diferente al que tenían en marzo de 2020, cuando todo esto comenzó.

También, el haber probado y conectado con el trabajo remoto les hizo conocer que es posible tener una mejor gestión de sus tiempos de trabajo, ocio y familia.

Aspectos a tener en cuenta para incentivar el regreso al trabajo presencial

Con todas estas condiciones planteadas, el regreso al trabajo presencial requerirá de una estrategia bastante planificada, con algunos factores cruciales a considerar:

Regreso gradual

Aunque la salida de las oficinas fue abrupta e inesperada, el regreso tiene que ser gradual y progresivo.

Una buena estrategia y que está siendo muy utilizada es la del retorno parcial. Se trata de establecer turnos de trabajo presenciales con una duración menor.

También es importante que estas vueltas al escritorio paulatinas sean, en principio, únicamente con un porcentaje de la fuerza laboral.

Los psicólogos indican que retomar el contacto físico puede activar en las personas sus necesidades de interacción social.

Es posible que este elemento termine de convencerles de que volver a su puesto de trabajo es una buena idea.

Flexibilidad

El mundo empresarial tiene que adaptarse a una nueva forma de entender las jornadas laborales.

Los colaboradores y empleados han entendido que el valor de su tiempo no está solo en su capacidad para monetizarlo. El descanso y el esparcimiento empiezan a ser altamente valorados en esta nueva cultura de trabajo.

En consecuencia, las técnicas de manejo de la fuerza laboral tienen que venir dadas en función de estas nuevas necesidades.

Es importante que las empresas entiendan que la productividad de sus trabajadores se verá optimizada siempre que tengan un buen equilibrio en todos los aspectos de su vida.

Por otra parte, el retorno parcial a las actividades no se está dando únicamente en el ámbito laboral, también en el educativo. Esto significa que muchos padres aún no tienen resuelto el cuidado de sus hijos, por lo que necesitan flexibilidad horaria para atenderlos.

Atención individualizada

Hoy más que nunca, es vital que el departamento de Recursos Humanos se avoque a tratar de forma personalizada cada situación.

Las diferentes necesidades actuales de los empleados hacen imposible la viabilidad de un trato colectivo.

Son muchas variables las que aquí intervienen, que incluso no son fáciles de cuantificar.

Así que, para planificar el regreso a la oficina de un trabajador, es necesario escucharlo y entender cuál su posición general con respecto al tema pandemia.

Medidas de bioseguridad

Una fuerte política de prevención de enfermedades es indispensable.

Desde el primer momento del retorno, el trabajador debe sentir que, en efecto, las cosas en cuanto a la bioseguridad han cambiado desde la última vez que estuvo en la oficina.

Factores como la desinfección continua, ventilación mejorada, reducción de la cantidad de personas en el área y uso obligatorio de mascarillas, les brindarán a los colaboradores una mayor sensación de confianza al momento de volver.

Y sumado a esto, la protección del seguro obligatorio contra COVID le ofrecerá al empleado las condiciones apropiadas para su regreso.

Es clave la comunicación interna

La empresa necesita habilitar canales o utilizar sus medios regulares, como el correo y las reuniones, para mantener constantemente informado al personal sobre las medidas y disposiciones que se están tomando con respecto al COVID.

Esto genera la sensación de que dentro de la organización hay cierto nivel de preparación y anticipación ante este evento.

De esta manera, el empleado aumentará su confianza y reducirá su temor de regresar a la oficina a cumplir con su jornada laboral.

Apoyo emocional

Nuevamente, individualizar cada caso se convierte en un factor determinante.

Una gran cantidad de personas están cargando con secuelas emocionales derivadas de la pandemia.

No solo se trata de las causadas por el encierro o el aislamiento social, también hay que considerar que millones de personas han perdido amigos y familiares cercanos en los últimos meses.

Contratar servicios psicológicos podría ser de gran ayuda en el proceso de volver.

El futuro del trabajo: Las jornadas compartidas

Todo parece indicar que, en el futuro cercano, se irá reduciendo la insistencia de las empresas en utilizar las oficinas, abriéndole paso a las jornadas mixtas.

Este hecho no es nada nuevo. Considerar al teletrabajo como una opción viable no es una idea que surgió a partir del COVID, pero sí que tomó mucha fuerza durante la pandemia.

Ha quedado demostrado que, siempre y cuando los recursos humanos sean gestionados de la manera adecuada, el rendimiento de los empleados cuando hacen su trabajo en remoto no tiene que verse afectado.

Por el contrario, esta forma de trabajar puede ser altamente beneficiosa para su salud mental.

Sin dejar de lado el hecho de que la interacción social física es buena para las personas y para la empresa, las jornadas mixtas, donde se combina trabajo presencial con remoto, son el nuevo norte hacia donde marcha el mundo empresarial.

Hay que adaptarse para sobrevivir. Los altos mandos tienen que aprender a identificar cuáles puestos de trabajo pueden adaptarse 100 % a la modalidad remota.

Es un cambio de paradigma importante y complicado, pero necesario para seguir siendo competitivos.

Evita los conflictos

Un regreso consensuado es el mejor camino. En este punto tan sensible, las empresas tienen que evitar a toda costa las imposiciones.

Aunque hayan normativas que deban cumplirse sí o sí, la forma de transmitirlas hará la diferencia.

Takeaways: Recuerda que el personal necesita sentirse valorado y tomado en cuenta. Un trabajador renuente a volver empezará a buscar alternativas en otras empresas que estén más familiarizadas con el teletrabajo. Una situación como esta puede llegar a ser difícil de manejar, e incluso terminar en un despido. Pero si tienes la capacidad de solventarla de una manera en que ambas partes queden satisfechas, tendrás a un empleado extramotivado y eficiente