Una de las preguntas recurrentes que recibo cuando las personas se enteran de mi trabajo en Comunicaciones Internas (CI), es bajo qué gerencia funciona mejor esta área. Y es que no existe una definición clara para esta pregunta y cada empresa ha tomado el camino que más sentido le ha hecho al momento de crearla.

Los estudios demuestran que la tendencia ha sido gestionarla bajo la gerencia de RR.HH., y al menos en Chile esto sigue siendo así, tal como lo comprueba la última encuesta de Comunicaciones Internas 2016, realizada por Internal, en donde esta opción tiene el 45,1% de las preferencias. Sin embargo, hay empresas que han decidido ponerlas bajo la gerencia comercial, o de marketing y aquellas organizaciones más grandes, han creado una gerencia especial de Comunicaciones o Asuntos Corporativos desde donde se planifican todas las temáticas más “relacionales” o vinculadas a sus diferentes stakeholders. De hecho, la misma encuesta revela que la tendencia de los últimos años ha ido moviéndose a ubicarlas bajo esta última área, aumentando su porcentaje de preferencia de 31,2% en 2015 a 36,3% en 2016.

¿Dónde está la diferencia?

La gran diferencia que se percibe si CI está en una u otra gerencia, es que fácilmente tiende a desarrollar y potenciar los temas del área de la que depende, olvidando que su  fin principal está en ser un aliado para la estrategia de toda la organización, fomentando su cultura y el compromiso de sus integrantes y que juega un rol consultor a la hora de asesorar a las diferentes áreas y líderes para potenciar su propia comunicación y gestión.

 ¿Cómo evitar la preferencia por un área?

En ningún caso quiero plantear que existe una gerencia “más correcta” que otra para gestionar las Comunicaciones Internas. Es más, hay casos en los que ni siquiera es una gerencia quien las desarrolla, sino una persona que vio la necesidad de hacerlo y que luego la compañía consideró que como nadie administraba el tema y tampoco tenía el presupuesto para crear un área, era la forma más idónea de gestionarlo.

Cada organización vive su propia realidad, tiene distintos grados de madurez y diferente tamaño de presupuesto. Cada una tiene una planificación para sus procesos y hay ocasiones en que se deben potenciar unos temas sobre otros. El hecho de que una organización cuente con un área o persona a cargo de la CI, ya es un gran primer paso. Teniendo lo anterior, el asunto está en no perder de vista el foco estratégico de la CI, junto con el rol asesor que cumple y el trabajo que tiene de generar los lineamientos comunicacionales, para que luego, toda la organización asuma su responsabilidad dentro de la misma.

Tips para evitar la preferencia por temáticas o por gerencias en particular:

  • Gestionar y reunirse con un Comité Editorial, compuesto por colaboradores de cada una de las gerencias, proactivos, entusiastas, y que conozcan todos los procesos y proyectos de su equipo, capaces de identificar aquellos relevantes a apoyar desde el área de CI.
  • Contar con una planificación anual, que involucre los grandes procesos de cada área, de manera de no perder de vista el “big picture” y que funcione como una especie de alerta para potenciar los temas relevantes de cada equipo, así como de planificador de mensajes, evitando las incoherencias, el volverse repetitivos y fortaleciendo la estrategia y cultura organizacional.
  • El área de CI no siempre está cerca del Gerente General y las primeras líneas gerenciales, sin embargo debe buscar permanentemente su cercanía, ganando su confianza, validación y poco a poco el posicionamiento de las CI dentro de la organización.

Takeaways:

  1. No existe una gerencia “más correcta” que otra para la administración de la Comunicación Interna (CI).
  2. No debe perderse de vista el rol que juega la CI en la organización, como aliado estratégico en la construcción de Cultura, compromiso, la comunicación de la estrategia y el rol consultivo que debe jugar el área para proveer a los distintos integrantes de cada empresa una permanente asesoría en la materia.
  3. Todos quienes integran una organización son responsables de desarrollar y mantener su CI viva, cumpliendo un rol protagónico en su gestión y mejora.