¿Tu trabajo tiene un sentido especial?

¿Sientes que puedes hacer lo que mejor sabes hacer?

¿Cuentas con oportunidades para desarrollarte personal y profesionalmente?

Es muy probable que tu trabajo sea un lujo. Y como tal, te aconsejamos valorarlo, ya que una considerable parte del mundo laboral no siente esa conexión especial con ese gran espacio de más de 40 horas  semanales al que llamamos pega, curro, lana o chamba.

Cómo entendemos el trabajo

El trabajo lo puedes entender desde muchas perspectivas. Una de ellas es el punto de vista financiero, como una herramienta que permite prosperar o acceder a más cosas; otra opción es también entenderlo como una herramienta de desarrollo social que permite movilidad rompiendo silos y desigualdad; o también lo puedes entender como una forma de desarrollar beneficios para las personas, tanto los clientes que disfrutan tus productos o servicios, como también para los empleados de la empresa quienes pueden hacer realidad ese objetivo a través de su labor diaria.

En la sociedad en la que vivimos y en desde cualquiera de estas tres perspectivas (o incluso otras) es probable que sigamos considerando un buen trabajo como un lujo. Como tal, desde la Gestión de Personas tenemos una gran posibilidad de hacer una diferencia en la vida de las personas, entregando opciones de desarrollo, formación, buenas remuneraciones y, por sobre todo, un sentido del trabajo.

Tanto si lo analizamos desde el engagement, desde las tendencias para el 2017 o de las conclusiones que se obtienen entre quienes buscan cambiar de trabajo, la personas están buscando alcanzar posiciones donde se puedan sentir realizados o se sientan parte de un objetivo mayor.

Facilitar esta búsqueda no debe ser un objetivo altruista para la gestión de personas, sino que un fin completamente conectado con el objetivo de la organización. En la medida en que las personas y los equipos alcancen este objetivo y lo vean como una realidad (y no un lujo) podrán liberar todo su potencial, aportar con todo su talento, generar nuevas y mejores ideas y alcanzar mayores objetivos.

Cómo hacerlo

Para transmitir un sentido a los colaboradores es fundamental comenzar por definir uno. Un punto de partida puede ser convertir la misión y la visión de la empresa en un propósito transformador que movilice a nivel humano más que para el accionista o el resultado financiero. Luego es clave comunicarlo, y no estamos hablando de canales, sino del rol que asumen los líderes de la organización en compartir la info relevante con sus equipos. Por último, ser consecuente. Si las acciones y programas de recursos humanos refuerzan este ‘sentido’, las personas verán cómo se hace realidad el propósito en su día a día y conectarán de manera más directa con la organización.

Takeaways: Al contrario de lo que puedes pensar, que el trabajo tenga un sentido sigue siendo una realidad muy escasa en nuestro país. Desde la Gestión de Personas podemos asumir esta situación como un interesante desafío que busque conectar profundamente a las personas con el propósito de los lugares donde trabajan, permitiendo que ambos se beneficien del valor que esto genera.

¿Te interesa profundizar en este tema? Puedes revisar este artículo de Harvard Business Review (en inglés)