Tamara Carrizo experta en RRHH, propone algunas estrategias basadas en la revisión de distintas investigaciones sobre las estrategias que los líderes deben implementar en tiempo de crisis

Las empresas que se han embarcado en la transformación digital se han dado cuenta que no se trata solo de tecnología, una cultura organizacional débil e inadecuada puede ser una piedra en el zapato para cualquier gerente que esté liderando un proceso de transformación.

La cultura organizacional puede ser una gran barrera para la transformación digital de una empresa o de un área en particular. La resistencia natural al cambio para hacer de manera diferente las cosas, es lo que vemos cada día en nuestro trabajo de implementación de nuevos sistemas tecnológicos, la mayoría de las personas tratan de apoyarse con el éxito obtenido de otras formas (análogas) de trabajar.

Un cambio digital demanda desaprender para aprender nuevos conocimientos, comportamientos y actitudes. La digitalización necesita nuevas conductas hacia los clientes, sean internos o externos; si bien se ha avanzado en lo individual a nivel de grupo y organizacional, ha sido muy poco.

Todos los niveles de la organización, sean gerentes, profesionales y otros colaboradores manifiestan distintas actitudes hacia la digitalización y también hacia la nueva identidad corporativa.

Transformarse digitalmente puede generar una confusión en la cultura actual de la empresa, en su propósito y valores, lo que sí cambiará seguro, es la visión del negocio, porque el entorno es un factor que afecta la operación y su vínculo con los clientes, proveedores, entre otros. Y lo estamos viviendo fuertemente ahora en la situación de pandemia, donde muchas empresas están elaborando una nueva “visión digital” de sus negocios, lo que trae consigo evidentemente un cambio cultural

De este modo, lo primordial como en todo, es crear una visión compartida un lenguaje común sobre la transformación digital, especialmente entre los gerentes o líderes cuya experiencia en general se basa en el viejo paradigma de hacer las cosas. La actitud sobre la formula “segura” de gestionar el negocio se contrapone a la capacidad de tomar nuevos riesgos y desafíos que impone la digitalización.

Una cultura digital necesita:

Incorporar el conocimiento de todos: El conocimiento para tomar decisiones en una cultura digital contempla información rigurosa y de calidad, los datos se pueden obtener de los colaboradores que trabajan directamente con los clientes internos o externos, proveedores, entre otros. Es decir, creer que solo el conocimiento está arriba de la pirámide ya no conversa con esta nueva realidad digital, aquí es importante considerar la información que nos entrega el colaborador que se encuentra en primera línea. 

La integración interdepartamental: Creer que el departamento de IT es el responsable de la transformación digital, es no entender de qué se trata la digitalización, en este proceso deben existir representantes de distintas áreas que den su opinión e información para que el cambio se realice de la forma más ágil posible. El ADN de una cultural digital es colaborativo e interconectado,  por lo tanto, los silos tienden a desaparecer.

Abrir las organizaciones para aprovechar la inteligencia colectiva. Capacitar a los líderes para que inspiren. Aprender a construir estructuras de trabajo colaborativas, favoreciendo la apertura interna y externa para impulsar el aprendizaje y la eficiencia global de procesos dentro de la organización. Cuando una empresa se transforma digitalmente se conecta rápidamente con el exterior, especialmente con los clientes y sus necesidades, se abren a nuevas posibilidades y oportunidades de negocio, esto también demanda de nuevas actitudes, comportamientos y conocimientos como por ejemplo, el de seguridad, actuando responsablemente para evitar riesgos.

En resumen, para llevar a un buen puerto la transformación digital se debe trabajar en la identidad corporativa, en la nueva cultura digital que apalancará esta nueva forma de hacer negocios, donde recursos humanos deberá liderar la transformación cultural y eliminar la piedra del zapato.