Probablemente el Año 2020 no va a ser uno de los que recordaremos con más cariño, pero es posiblemente el que nos ha enfrentado a mayores desafíos y oportunidades de lograr aprendizajes significativos.
Estos son algunos de los que he podido resumir escuchando la experiencia de distintas personas y la mía personal.

1. Tenemos una capacidad de adaptación prácticamente infinita

Si nos hubieran dicho a mediados del 2019 que íbamos a enfrentar la mitad de las situaciones críticas que enfrentamos este año probablemente no hubiéramos pensado que seríamos capaces de sobrevivir a ellas… Y sin embargo hemos sobrevivido y, en muchos casos, sobrevivido bien. Chapeau para el ser humano y para cada uno de nosotros.

2. El mundo es V.U.C.A y lo será cada día más

Hace 5 años escuché por primera vez que enfrentamos un entorno volátil, incierto, complejo y ambiguo. Creo que terminando el año 2020 este concepto puede quedarse corto para describir los niveles de incertidumbre que enfrentamos, no sólo por la irrupción del COVID-19, si no por la magnitud y complejidad de los cambios que enfrentamos como sociedad.

3. La transformación digital es necesaria (y valorable)

Cuando muchas empresas estaban recién evaluando avanzar en transformación digital, esta se hizo una realidad obligada. En un tiempo récord lo estamos viviendo exitosamente y, cómo dice el dicho, “arreglando la carga en el camino”.

4. Las organizaciones tienen que centrarse en las personas (por vocación o por obligación)

¿Los millenials quieren un ambiente laboral distinto al que querían generaciones anteriores? Probablemente no. ¿Alguien no querría tener equilibrio laboral-personal, entender el sentido de su trabajo y ser respetado y reconocido? Difícilmente. ¿Cuál es la gran diferencia? El que las nuevas generaciones están en condiciones de exigirlo, por el cambio de equilibrio de poder entre empresas e individuos. Y eso va a ser, finalmente, una buena noticia para todos.

5. La importancia de las relaciones y los rituales en el trabajo

Pese a las dificultades logística, tecnológicas, e incluso familiares, la mayoría de las personas que han vivido el home-office quieren seguir trabajando en esa modalidad al menos 3 días a la semana. ¿Qué es lo que más extrañamos del trabajo presencial? Los espacios de compartir en forma informal (cafés, almuerzos conjuntos, charlas al paso) y los rituales y celebraciones que aportan identidad. Y muchas empresas han creado sustitutos formales de estas instancias que, finalmente funcionan.

Pese a lo traumático que puede haber resultado el 2020 para muchos de nosotros, la mayoría de nosotros saldremos fortalecidos de esta experiencia. Hemos podido ratificar que somos capaces de adaptarnos en forma rápida y efectiva a las situaciones más extremas y hemos dado pasos enormes en la transformación digital y rescatando lo humano en el ambiente laboral.

Takeaways:

¿Qué lecciones nos quedarán probablemente del 2020?

  1. Tenemos una capacidad de adaptación prácticamente infinita.
  2. El mundo es V.U.C.A y lo será cada día más.
  3. La transformación digital es necesaria (y valorable).
  4. Las organizaciones tienen que centrarse en las personas (por vocación o por obligación).
  5. La importancia de las relaciones y los rituales en el trabajo.