Diversas redes pueden fomentar nuevas formas de pensar al conectarte con personas cuyos puntos de vista, recursos y experiencias vividas son diferentes a los tuyos.

Un estudio de 1985 del investigador de Carnegie Mellon Robert Kelley y Janet Caplan, analizó las características de los ingenieros excepcionales en los laboratorios Bell. El coeficiente intelectual no explicó la diferencia entre los mejores y los mejores. Lo que demostró fue que los empleados más productivos desarrollaron de forma proactiva relaciones con otros expertos, y estas redes fueron significativamente más diversas que sus colegas de rendimiento medio.

Las investigaciones más recientes respaldan la idea de que las personas que están conectadas a través de grupos heterogéneos y que tienen contactos más diversos presentan ideas más creativas y soluciones originales. El autor Frans Johansson explora la idea del «pensamiento interseccional» en su libro The Medici Effect, proponiendo que las mejores ideas surgen de la colisión de las diferentes percepciones de la industria. Sin embargo, a pesar de estos claros beneficios, la mayoría de las personas tiende a conectarse con otras personas cuyas perspectivas, antecedentes y normas culturales son similares a las suyas.

¿Cómo es tu red?

Repensar lo que significa conectarse en red, y actuar en consecuencia, requiere un trabajo continuo y la intención, como he aprendido de primera mano. La creación de redes es fundamental para cualquier trabajo, a través de conectar personas excelentes, identificar alianzas, conectar visionarios con recursos y polinizar ideas.

Ya sea que su trabajo diario requiera o no involucrarse con muchos tipos diferentes de personas, puede beneficiarse del desarrollo de una red que inspire nuevas ideas y desafíe sus creencias. Aquí está el principal consejo.

Ponte incómodo. Da un pequeño paso conociendo a alguien nuevo y preguntándole sobre las cosas que no tienes en común. Prueba nuevas experiencias, especialmente aquellas en las que teme que sea malo. Intentar algo nuevo podría ser tan grande como cambiar industrias o tan pequeño como tomar una clase de baile.

Haz espacio en tu día y en tu lista de prioridades para expandir lo que consideras cómodo. Si necesitas más responsabilidad, anota objetivos específicos. Estos pueden incluir cosas como pasar dos horas cada semana desarrollando una habilidad que no encaja con su carrera actual. (Recuerda, fue la clase de caligrafía en la que Steve Jobs se sentó durante la universidad que más tarde inspiró la tipografía de Apple). Puedes pedirle a cinco amigos cada mes que presenten a las personas en sus redes extendidas; piensa en personas en diferentes niveles y en espacios completamente diferentes.

Me esfuerzo por ir más allá de mi zona de confort al decir que sí a las cosas que se sienten incómodas. Pruébalo por un día (tendrás más tiempo para hacerlo si también dices que no a otras cosas).

Haz que la atención plena sea parte de su enfoque de red. Hay una serie de estudios sobre los beneficios de la atención plena para el rendimiento laboral y el bienestar general, y la atención plena puede extenderse a la forma en que aborda la creación de redes. Cuando busca reuniones, sesiones de lluvia de ideas o incluso intercambios de correos electrónicos con personas fuera de su círculo de trabajo tradicional, puede ser muy inspirador. Pero también puede ser difícil poner la inspiración en acción y procesar nuevas ideas desde tantas direcciones diferentes.

Cuando tu mente está más tranquila, estás en una mejor posición para reconocer cuándo te estás deslizando en tu zona de confort, para que puedas corregir el rumbo. También puede conectar los puntos entre ideas aparentemente no relacionadas, lo que da como resultado soluciones más inteligentes.

Busque «colaboradores». En Anthemis, presentamos grupos «collabotrarianos»: personas de diferentes roles, unidades de negocios y orígenes (género, raza, etnia, edad, estilo de pensamiento) que se unen para resolver problemas difíciles. El propósito de estos grupos no es llegar a un consenso. En cambio, sirven como un espacio para el debate saludable y el pensamiento divergente, la búsqueda de formas de replantear un problema y llegar a soluciones múltiples, las mejores de las cuales pueden no ser obvias.

Crea tu propio grupo acercándote a personas que piensan de manera diferente a como lo haces y cuyas perspectivas han sido moldeadas por experiencias distintas. Es probable que crees estos grupos fuera de tu espacio de oficina y de tu red profesional tradicional, por lo que una agenda o actividad compartida puede dar a estas reuniones un mayor sentido de propósito. Unir a las personas en torno a una causa benéfica completamente diferente de sus roles cotidianos. Un club mensual de libros o artículos puede darle la oportunidad de escuchar la perspectiva de alguien que no comparte su opinión, así como la posibilidad de leer autores que normalmente no reconocería.

Takeaways: La era digital ofrece más oportunidades que nunca para forjarse carreras interesantes y gratificantes al ampliar nuestras redes más allá de nuestras zonas de confort. Entonces, salgamos de nuestro camino para ponernos incómodos. Busquemos a las personas que ayudan a desafiar nuestras suposiciones, a expresar nuestros prejuicios y a descubrir nuevas ideas.

Artículo original de HBR (en inglés)