El talento y el potencial son factores a medir en una evaluación de desempeño. Son dos conceptos que, aunque están relacionados, presentas marcadas diferencias y es importante delimitar la frontera entre ambos para poder sacarles el máximo provecho a estas cualidades.

El potencial se refiere a las posibilidades que tiene un colaborador de crecer dentro de la organización. Por lo tanto, el potencial está directamente relacionado con las labores que se tienen que realizar y las oportunidades que estas ofrezcan, como asumir el reto de liderar equipos, gestionar cambios importantes, etc.

Por otra parte, el talento es una cualidad innata del individuo. Se trata de aquello que una persona es capaz de realizar de forma destacada y casi intuitiva.

Ahora bien, existe un talento que sobresale del resto a la hora de gestionar el recurso humano de una empresa, y consiste en tener la capacidad de reconocer otros talentos.

Si tu equipo está preparado para esta labor entonces serán capaces de brindarle a cada colaborador el potencial que necesita para desarrollar su talento al máximo y ponerlo a trabajar en función de los objetivos comunes.

El rol de los RRHH en la captación y gestión del talento

Primero, partamos desde la premisa que no todas las personas son talentosas. Pero ojo, esto no es en lo absoluto un indicador de bajo desempeño, solo es una realidad que hay que asumir cuando nos adentramos en la captación y gestión del talento.

Dicho esto, también hay que mencionar que el talento significa poco si no se acompaña de otras cualidades, tanto personales como ambientales, que potencien su desarrollo.

Entonces, el primer paso para ser capaces de captar el talento potencial de los colaboradores es descubrir cuál es tu talento propio. Ser capaz de identificar, desarrollar y explotar ese talento te va a ayudar a abrir esa ventana y, solo entonces, aprenderás a identificar en los demás esas cualidades que comparten los talentosos.

La relación del potencial y el talento con el desempeño

Hay algunos otros aspectos que analizar antes de intentar darle una respuesta a la pregunta del encabezado.

Uno de ellos está directamente relacionado con el desempeño. Entonces, ¿qué es el desempeño? No es más que el cumplimento de las responsabilidades, funciones y objetivos, respetando los procedimientos y plazos acordados.

Así, podemos decir entonces que un empleado con un buen desempeño no es necesariamente un empleado talentoso; simplemente es alguien dedicado a su trabajo y que aprovecha de la mejor manera el potencial del que dispone.

Ahora bien, puede suceder todo lo contrario, contar con un colaborador muy talentoso pero con un rendimiento deficiente.

¿Esto a qué se debe?

Simplemente no cuenta a su alrededor con el potencial necesario para desarrollar su talento, lo que le causa frustración, desmotivación y, por supuesto, una baja productividad.

Imagínate entonces las capacidades que puede llegar a desarrollar un empleado talentoso cuando está rodeado de un ambiente que lo estimula a desplegar todo su potencial.

Justo en este paquete entran esos colaboradores que destacan del resto siempre, y cuyo trabajo desempeñan con naturalidad, haciendo ver muy simple procedimientos que acarrean un profundo nivel de complejidad.

Estas son las personas que consideras indispensables y que siempre aportan soluciones creativas a cualquier problemática que se les presente en el ámbito profesional.

¿Cómo distinguir el talento?

Las personas talentosas cuentan con aptitudes y atributos, pero sobre todo, poseen logros destacados en un campo en particular.

Son personas sumamente inteligentes y creativas, que siempre son capaces de analizar un problema desde un punto de vista particular para dar con una solución simple e ingeniosa.

Transformando el potencial en talento

Como ya hemos dicho, el talento se desarrolla en base al potencial del individuo.

El trabajo del responsable de gestionar el recurso humano consiste en saber ubicar a las personas correctas en el entorno correcto que les permita desplegar su talento, inteligencia y creatividad.

Pero estos factores no son los únicos que intervienen a la hora de generar el talento. Hay otros aspectos personales que son cruciales en toda persona talentosa, y que sin ellos estamos hablando de alguien más del montón.

La inteligencia emocional, independencia, firmeza, perseverancia, autorregulación, tolerancia al fracaso y la motivación al logro son apenas algunos de los factores que el talentoso debe desarrollar.

Y si bien el ambiente laboral puede ayudarlo con estos puntos, todo depende de su voluntad y de sus ganas de explotar el talento.

Entonces, ¿hay que medir el talento o medir el potencial?

Todo este recorrido nos lleva a darle una respuesta lógica a esta interrogante.

El talento y el potencial son dos cualidades distintas y un colaborador puede contar con ambas, con una o con ninguna.

Si el objetivo es conseguir trabajadores con buenos desempeños, el talento no es indispensable; basta con tener los conocimientos, el potencial y la motivación para realizar las tareas de manera eficiente.

Ahora bien, para dar un salto de calidad y realmente distinguirte de la competencia necesitas contar con el mejor recurso humano posible, y los mejores trabajadores son los talentosos.

Estas personas son máquinas para solucionar problemas y maximizar los beneficios dentro de una organización.

Pero ojo, la conclusión más importante que debes llevarte es que no debes buscar el talento en todos lados, porque las personas talentosas no abundan.

Esto hay que tenerlo muy en cuenta para no demeritar el trabajo desarrollado por un colaborador con potencial y que desempeña sus labores con absoluta solvencia.

Necesitas de ellos para formar un grupo sólido, pero son los talentosos los que te permitirán dar un salto importante de calidad y diferenciarte de tus competidores.

Entonces, cuando estés planificando una evaluación de desempeños, enfócate en medir el potencial y cómo lo están utilizando, pero a la vez, tienes que estar muy atento para captar el talento y trabajar para potenciarlo.

Takeaways: El talento y el potencial son cosas distintas y que están relacionadas. Existen trabajadores con potencial y trabajadores talentosos; los primeros cumplen a la perfección con sus labores, mientras que los segundos van un poco más allá y aportan un gran valor agregado a la organización. En una evaluación, lo correcto sería medir el potencial y estar atento a captar el talento, ya que este no abunda.