¿Sabías que para una empresa realizar una nueva contratación es tres veces más caro que potenciar y retener el talento interno? De esto se dieron cuenta hace más de 20 años quienes manejaban las compañías, naciendo con ello la gestión de talento, con el objetivo de impulsar con mayor éxito su negocio, así como también, las habilidades de sus colaboradores.

Esta tendencia se convirtió en una de las soluciones clave para la retención de empleados, centrándose en mejorar el talento de las personas y priorizando el desarrollo profesional de éstos.

Hay varios beneficios para una organización y sus trabajadores cuando se implementa la gestión de talentos. A continuación, los enumeramos.

  •  Permite una menor rotación laboral y “fuga de talentos”, ya que las personas se motivan y comprometen más con su empresa y puestos de trabajo.
  • La compañía puede lograr un mayor liderazgo y participación de mercado.
  • Permite elegir a las personas adecuadas en el cargo que le corresponde.

Impacto en procesos de RRHH

A través de la gestión de talento, se cuenta con estrategias de reclutamiento y de formación, que permiten saber cómo retener a las personas y crear un compromiso de calidad con éstas. Además, es posible identificar las competencias y habilidades de los trabajadores, así como desarrollar equipos con las competencias necesarias para cada área, y con ello, aumentar la productividad y satisfacción en sus puestos laborales.

También, es parte de la gestión de talento, los programas de capacitaciones y evaluaciones, según las necesidades, perfil y cargo dentro de la compañía de un trabajador, lo cual tiene como resultado un fuerte compromiso entre éste y su empresa.

Hay varios procesos que forman parte de la gestión de talento.  Uno de ellos es la planificación estratégica, con el objetivo de lograr retener talento, así como atraerlo y contratarlo. 

Otros proceso involucrado, son las evaluaciones 360° para conocer el desempeño de las personas. También, el desarrollo del liderazgo y desarrollo profesional. La primera, con la implementación de actividades orientadas a los objetivos que mejoren las habilidades y actitudes de liderazgo de un trabajador. La segunda, es un proceso para establecer metas y planes que tengan que ver con los objetivos y logros individuales del trabajador. Finalmente, están los programas de reconocimiento y motivación a las personas y equipos que forman parte de una empresa. Eso incluye conocer las competencias, comportamientos, habilidades y personalidad que identifican a una persona que pueda tener éxito.

Takeaways:

Poner el énfasis en la gestión de talentos traerá grandes beneficios tanto para la compañía, como para los trabajadores, creando y fomentando con ello un ambiente laboral acogedor y una cultura organizacional con la que todos se sentirán identificados.