El liderazgo se encuentra bajo la mira, en el actual contexto de cambio que vive la gestión de personas. La irrupción de la tecnología, la necesidad de soltar el control y las nuevas demandas de un mundo más digital, son algunos de los elementos que nos invitan a repensar el rol que cumplen los líderes en el éxito de las organizaciones hoy.

En este contexto, conversamos con Javier Hermosilla, Director General de la consultora CEGOS para Latinoamérica, sobre estos desafíos:

La confianza y el liderazgo

Desde siempre, uno de los grandes a desafíos es construir confianza desde el liderazgo. Tradicionalmente, el acercamiento a este tema suponía un buen nivel de confianza inicial entre empleado y líder, así como también entre los líderes y la organización, que luego se va desarrollado a través de la gestión del clima y el engagement. En opinión de Hermosilla, esta aparente confianza inicial requiere mucho tiempo en desarrollarse y solo es funcional al éxito del empleado en sus primeros años en una compañía.

En otras palabras, resulta mucho más relevante poner el foco en los resultados como clave para la generación de confianza. La consecución de los objetivos es sumamente dependiente del liderazgo que tiene una organización en su interior. Dicho de otra forma, las empresas que no alcanzan resultados esperados, rotan rápidamente a sus líderes, lo que no significa un menor nivel de confianza, sino que demuestra que la relación entre líder y empresa es pragmática y se centra en la búsqueda de resultados efectivos, lo que se acentúa en el contexto actual de transformación.

En la otra cara de la moneda, cuando se consiguen resultados, la relación se mantiene en el tiempo permitiendo desarrollar una confianza mucho más profunda entre la empresa, sus líderes y los colaboradores. En concreto, empresas con buenos resultados, mantienen a sus líderes y la relación de confianza se profundiza. Si eso no existe, la relación se corta. La confianza es funcional al cumplimiento de los resultados y no debe perseguirse por si sola, de manera paternalista. Como consecuencia de este liderazgo más consolidado y apalancado en los resultados, las posibilidades de elevar el nivel de engagement aumentan significativamente.

El rol del liderazgo ante la irrupción de la tecnología

Javier nos comparte su visión sobre la transformación digital que se está viendo en muchas industrias. Hay que entender, señala, que la tecnología no solo apunta a abaratar costos, sino que a elevar el nivel de calidad de las soluciones. Este objetivo no se cumplía con las primeras oleadas de tecnología, pero por suerte, hoy en día, vemos muchas empresas innovando en las maneras de utilización de las tecnologías, con mejor calidad y mayor capacidad de agregar valor al negocio.

Centrándonos en el mundo de gestión de personas, aún estamos en una fase inicial de desarrollo, pero no tan lejos de USA o Europa. Las soluciones están creciendo muy rápido y agregando valor, no solo en línea de costos, sino que llegando, con productos de calidad, a la formación y desarrollo de las personas.

Por su parte, el liderazgo se encuentra en un proceso de adaptación. Cada vez son menos las organizaciones que siguen explicando su nivel de influencia a través de las estructuras de poder tradicionales (jerarquía, cargo, entre otros). Los desafíos de hoy son muy distintos, lo que implica distribuir el poder de maneras distintas, haciendo que la influencia adquiera un rol más preponderante.

En organizaciones más transversales, gracias a la tecnología, las empresas deben lograr que las cosas pasen más en base a la influencia, que al poder. El liderazgo transversal es clave y hay que formarlo en las empresas. Inmediatamente esto genera el temor de perder el poder y su descentralización, lo que es es muy difícil de gestionar. El liderazgo transversal representa el desafío de diluir el poder, para que incluso quienes que no tienen personas a cargo, puedan ejercer roles de responsabilidad en proyectos e iniciativas de la organización. Esto implica autonomía, horizontalidad  y diversidad como focos para alcanzar resultados.

Takeaways: El contexto de transformación digital supone muchos desafíos para el liderazgo en las organizaciones. Abrir espacios de participación, movilizar a la organización en base a la influencia, en lugar del poder, y construir relaciones de confianza, son elementos clave para seguir agregando valor desde la gestión de personas.

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