La reestructuración organizacional es un punto crítico en la vida de cada empresa y representa uno de los mayores retos que el personal gerencial debe asumir.

Ya sea por una decisión de negocio, para optimizar las operaciones o para adaptarse a los cambios del mercado, es necesario considerar algunos puntos muy importantes a lo hora de ejecutar la restructuración organizacional.

Si tu empresa está atravesando un cambio de este estilo, vamos a ver cuáles son los consejos que debes seguir para implementar con éxito una reestructuración organizacional.

Consejos para llevar a cabo una restructuración organizacional de forma eficaz

La complejidad del proceso de restructuración organizacional radica en que las necesidades del negocio deben ser evaluadas desde diferentes puntos de vista, en concreto, estos cinco: personas, proceso, estructura, tecnología y cultura.

Y una vez que se tengan identificados cuáles son los cambios a implementar, queda el desafío aun mayor de crear un plan para empezar a ejecutarlos. Este plan debe ser lo más claro y detallado posible para todo el personal involucrado, tomando en cuenta que todo cambio importante genera incertidumbre y estrés.

Con esto lo que queremos dejar en claro es que la forma en que la empresa atraviese este proceso de reestructura es tan importante como la reestructura en sí misma. Por eso, aquí van algunos consejos que te ayudarán en este camino:

Entender las necesidades

El primer paso es uno bastante lógico: determinar si la empresa tiene una necesidad real de cambiar su estructura.

Entonces, va a ser muy importante saber qué es lo que se quiere lograr y cuál es el proceso para conseguirlo, porque es la única manera de lograr una reestructuración efectiva.

Cuando se logre alinear esta nueva estructura con la estrategia organizacional, todos los líderes tendrán en claro cuáles son los roles que deben cumplir en sus grupos de trabajo.

Rediseñar la estructura

Cuando ya es un hecho que la organización necesita pegar un volantazo y ya se tiene pleno conocimiento de hacia dónde hay que dirigirse, es el momento de empezar a rediseñar la estructura que le dará soporte a la nueva estrategia de negocio.

Una buena forma de iniciar es respondiendo estas preguntas:

  • ¿Cuál es el estado actual de la empresa?
  • ¿Hacia dónde queremos llevar a la organización?
  • ¿Cuál es la estructura que nos va a permitir llegar hasta ahí?

Aquí, la clave va a ser identificar los puntos de dolor y enfocar los esfuerzos en abordarlos y atenderlos, por supuesto, estando alineado con la estrategia de negocio.

Una restructuración es una excelente oportunidad para mejorar todos los procesos, utilizar la automatización, desarrollar y evaluar talento, y todo tipo de actividades que lleven a disminuir costos y aumentar la rentabilidad.

Comunicar de forma clara y oportuna

Para mantener a tus colaboradores motivados y enfocados durante la reestructuración es importante hacerlos sentir parte del proceso, y la mejor manera de lograrlo es manteniendo una comunicación fluida. Esto también ayuda a disminuir la incertidumbre y la resistencia, factores naturales que vienen con el cambio.

Esta es la forma más efectiva de gestionar la comunicación:

  • Planifica la comunicación en todos los pasos de la reorganización: Hazles saber en todo momento qué va a suceder, por qué sucederá, cuándo sucederá y a quién va a afectar. Una vez que tus empleados tengan internalizados estos factores es cuando puedes empezar a asignar responsabilidades individuales, de lo contrario, solo crearás confusión y resistencia.
  • La comunicación debe ir orientada a las personas: El activo más importante de una organización siempre será su fuerza humana. Entonces, la comunicación debe abordar los temas que son importantes para las personas y no solo para la empresa.
  • Habla de forma cercana y frontal: Evita que todos los comunicados sean masivos y digitales. El colaborador recibirá mejor el mensaje si le llega en persona.
  • Mantén abiertos los canales: Que tus colaboradores siempre tengan la oportunidad de plantear sus dudas e inquietudes, fomentando el feedback. Así vas a generar un proceso cíclico de mejora continua.

Alinear la infraestructura

Más allá de cómo se ve la nueva estructura, lo más importante siempre va a ser centrarnos en cómo funciona.

Para que el diseño de la restructuración funcione y te lleve al lugar que deseas es necesario que los procesos, sistemas, capabilities y comportamientos estén perfectamente alineados con el objetivo.

Sobre la marcha, mide y aprende

Es poco realista que, justo después de la implementación, esperes que el nuevo modelo funcione a la perfección.

Para poder llegar a ese estado ideal, tu organización debe estar en capacidad de reaccionar efectivamente y trabajar en planes de ajuste para ir corrigiendo sobre la marcha, siempre teniendo a la vista cuáles son los objetivos originales. La mejor forma de conseguir esto es fomentando espacios de retroalimentación y participación, donde de forma rápida puedan ser detectados los problemas para atacarlos lo antes posible.

Luego, para medir el éxito, la mejor manera de hacerlo es a través de indicadores de negocio y de recursos humanos que te ayuden a establecer planes de acción bien definidos.

 A través de las encuestas de clima laboral puedes obtener buenos indicadores de compromiso y efectividad organizacional. Otra forma eficiente de medir es mediante datos relacionados con la pérdida de talento o los niveles de rotación. Y por supuesto, no puedes dejar de lado los indicadores de productividad, que siempre son clave para medir el progreso.

Estas estrategias o consejos son aplicables no solo para una reestructuración a nivel de toda la organización, también pueden usarse para reestructurar un área o departamento en específico.

Takeaways: La reestructuración organizacional es necesaria para adaptarse a los cambios y seguir siendo competitivos. Para llevarla a cabo con efectividad tendrás que entender cuáles son las necesidades de la empresa, rediseñar la estructura, comunicar de forma clara todos los pasos a tus colaboradores, alinear la infraestructura e ir aprendiendo sobre la marcha y midiendo tus resultados.