En las empresas marzo no es un mes fácil, de una u otra forma representa el comienzo del año “de verdad”. La gran mayoría de los colaboradores están con ánimo y ganas de afrontar nuevos desafíos.

La pregunta que titula este artículo: ¿ahora qué?, es un llamado a no dejar pasar esta importante época del año para capitalizar ese ánimo que flota por los pasillos de cada organización. El rol de un verdadero estratega de los recursos humanos es liderar una serie de iniciativas que genere compromiso y lealtad en el largo aliento. A continuación listamos prácticas que te pueden ayudar a gestionar un buen comienzo de año:

Dar tiempo para organizar el año.

Es importante que los colaboradores no sientan que deben llegar y comenzar a trabajar de forma rápida y torpe, deben –con perspectiva- planificar el año, identificar los momentos claves, definir flujos de trabajo para afrontar los nuevos desafíos y sincronizar su trabajo con todas las áreas de la compañía. Es un buen momento para cuestionar procesos, trabajo administrativo quizás mal definido e identificar zonas grises donde no se ha logrado identificar un responsable concreto.

Comunicar que se viene para el año.

Es clave poder organizar una reunión de kick off del año, presentando las metas macro, lanzamiento de nuevos productos o servicios, estrategia corporativa de largo plazo y amenazas que puedan afectar el correcto desempeño del negocio. Es muy importante transmitir de forma clara que se estará observando, cuáles serán las métricas claves y que esperan los gerentes y/o directores de la compañía.

Abrir un canal de comunicación a partir de lo expuesto.

Muchas veces la alta gerencia no es consciente de los reales costos que podrían impactar a la organización las nuevas directrices, es clave poder obtener feedback de los colaboradores sobre el plan del nuevo año. Estratégicamente es muy importante que se sientan escuchados y considerados, con esto, generamos con se hagan parte del nuevo desafío, que lo tomen como propio y que busquen hacer mas eficiente su gestión para apalancar las nuevas directrices.

Cada organización –sin duda- tiene sus propios desafíos y formas de afrontar el comienzo de un nuevo año, sin embargo, es muy importante generar espacios de comunicación no tan solo para informar, sino que también para generar un importante nivel de compromiso con los lineamientos estratégicos y metas a mediano y largo plazo. Una verdadera recompensa, hace mucho tiempo que dejo de ser tan solo la renta, debemos gestionar para conseguir ese real compromiso, el cual, se trasforma en motor de los talentos, de quienes hacen que las organizaciones avancen.

Takeaways: El comienzo de una nueva etapa es muy importante en términos de desempeño. Es una oportunidad para comenzar de 0, implementar nuevas estructuras y formas de trabajo. Es clave dar espacio a los colaboradores a trabajar en este nuevo comienzo, darles la libertad de analizar la forma en la cual desarrollan sus funciones y estimular la revisión de procesos y objetivos. Todo lo anterior, sustentando por comunicación sobre las métricas y objetivos globales de la organización.