La fuerza laboral está cambiando. Desde la llegada de los millennials, uno de los constantes desafíos de las áreas de Recursos Humanos tiene que ver con satisfacer las necesidades de este grupo de empleados que demandan no solo una compensación apropiada, sino también un desafío social, personal y profesional. Cambiarse de lugar de trabajo ya no parece algo tan difícil y se toma con mayor naturalidad si el lugar en el que se encuentran no vale la pena. No por nada la estadía promedio de un profesional hoy día en una compañía es de tres años. Por eso, no podemos dejar de estar de acuerdo en que la retención es uno de nuestros principales temas de trabajo en Recursos Humanos.

En este sentido, retención está fuertemente ligada a reconocimiento. Este juega un papel fundamental en mantener a nuestros empleados satisfechos y productivos dentro de la organización. Sin embargo, estudios demuestran que, a pesar de existir una fuerte conexión entre ambos, gran porcentaje de empleados siente que el esfuerzo que invierten en su organización no es valorado.

Al respecto, podemos convenir que, aún teniendo varias herramientas a nuestra disposición, no solo generan un impacto positivo en nuestra fuerza laboral a nivel de motivación, sino también tienen un bajo impacto en el presupuesto anual de una organización. Hasta hoy, una de las herramientas mayormente utilizada en las compañías tiene que ver con un reconocimiento formal y financiero: compensar buenos desempeños con bonos monetarios que se entregan de forma periódica. Sí, es una herramienta que genera satisfacción, pero es una que se genera a corto plazo y es un arma de doble filo.

Para aquellos que reciben la compensación, se genera un sentimiento de motivación para seguir por el camino en que se encuentran, pero para quienes no la reciben, se genera el sentimiento de injusticia y por tanto, de desmotivación porque el esfuerzo que creen haber puesto no ha sido suficiente. Lo más crítico en este sentido es que, con este tipo de reconocimiento, perdemos de vista que nuestros profesionales, trabajan por más que dinero y tienen motivaciones más allá de este.

Aquí es donde comienza otro desafío para nuestra área. ¿Cómo podemos generar satisfacción y reconocer a largo plazo? ¿La clave? Nuestros líderes y nuestros programas de reconocimiento anuales. Para esto, debemos tener en cuenta 5 aspectos importantes antes de poner en práctica algún tipo de programa o de generar una conversación con nuestros líderes.

  1. Debe ser oportuno: para esto es importante tener en consideración qué tipos de esfuerzos serán reconocidos, deben ser momentos específicos, bien descritos y posibles de medir.
  2. Debe darse en un contexto: el reconocimiento es más efectivo cuando es entregado en el contexto de una meta de equipo o alguna actividad que esté relacionada con los resultados del negocio. Finalmente, esto es lo que genera impacto.
  3. Apropiado en términos de volumen y escala: es importante recordar que no tiene que ver con la cantidad de reconocimientos que se realizan, sino más bien con la calidad de estos y lo que se está reconociendo. Debe reconocerse un esfuerzo que entregue resultados positivos para el equipo y la organización, o simplemente pierde el significado.
  4. Auténtico, no automático: una de las preocupaciones debe ser que el sistema de reconocimiento no sea automático, que no pierda el toque humano y la preocupación tan necesaria para un reconocimiento efectivo.
  5. Vincúlalo a la percepción de valor de los empleados de tu organización: la gente sabe cuándo es valorada y deberían tener una idea de cuánto valen para la organización. La trampa con los reconocimientos monetarios es que pueden hacer perder el valor de una persona, ligar reconocimiento con dinero cuando debería estar ligado a agradecer y apreciar el esfuerzo y la demostración de perspicacia.

Takeaways: El trabajo de Recursos Humanos debe ser a escala organizacional, pero el enfoque deben ser nuestros equipos y por eso el rol del líder es tan fundamental. Un buen líder logra que reconocimiento tenga un mayor impacto, con mayor sentido y valor. Finalmente, son estos líderes quienes atestiguan el esfuerzo de cada uno de los miembros de su equipo.