¿Te has preguntado qué habilidades necesitas aprender o fortalecer para tener éxito en el mundo laboral?

Es probable que al hacerlo, hayas pensado en algunas de estas:

  • Conocimiento de otro(s) idioma(s)
  • Manejo de softwares específicos
  • Habilidad numérica

Pero, ¿sabías que casi el 90% del éxito profesional es gracias a las habilidades blandas como la empatía, la comunicación y la autoconciencia? 🤯

Muchas veces este tipo de competencias pasan a un segundo plano, pero tienen el poder de generar un impacto tremendo si las entrenamos.

El psicólogo y autor Daniel Goleman, en su libro “Trabajar con inteligencia emocional”, se refiere justamente a cómo se vive la inteligencia emocional (IE) en el espacio de trabajo.

¡Anota estos 4 componentes y potencia tu inteligencia emocional!

  1. Autoconciencia:

Tus emociones afectan al resto del equipo/organización. Al ser consciente de las emociones que sientes, puedes controlar cómo respondes ante ciertas situaciones que están fuera de tu control.

En el trabajo esto es sumamente importante, pues al tener conciencia de lo que te pasa, puedes definir cuándo necesitas ayuda, de quién y cómo trabajar con tus fortalezas y debilidades para lograr mejores resultados.

  • Autorregulación:

La autorregulación es la capacidad que tenemos de regular las emociones para así influir en las conductas. Esto no es algo con lo que nacemos, se tiene que entrenar.

Imagina que el(la) líder de un equipo se encuentra en una situación sumamente estresante, pero aún así mantiene la calma y logra transmitir ese sentimiento al resto del equipo. Gracias a eso, entre todos(as) logran tomar una decisión de cómo seguir adelante.

El cerebro humano está diseñado para tener una reacción emocional de “lucha o huída” cuando necesitamos defendernos. Sin embargo, una persona que practica la autorregulación logra tener otro tipo de reacciones, volviéndose así, más accesible para el resto. Además, le es más fácil lidiar con el conflicto y es capaz de crear un ambiente enriquecedor para otros(as).

  • Motivación:

Un estudio de Gallup demostró que solo el 15% de los(as) trabajadores(as) a nivel mundial se sienten motivados(as).

Para aumentar tu propia motivación y así contagiar a otros(as) en la organización, reflexiona por qué te apasiona tu trabajo, qué es lo que estás logrando con este y de qué maneras puedes adoptar una visión positiva.

  • Empatía:

Al ponerte en el lugar de otras personas, te es posible ver ciertos conflictos desde distintas perspectivas y tomar decisiones objetivas.

Entrenar la empatía nos permite derribar sesgos y fortalecer las relaciones con otras personas de la organización, pues gran parte de esta habilidad requiere aprender a escuchar y validar distintas visiones.

  • Habilidades sociales:

Ya tenemos muy claro que el ser humano es un ser social. En todos los ámbitos las habilidades sociales son esenciales, pues nos permiten establecer vínculos y fortalecer relaciones.

De acuerdo a un estudio realizado por un investigador de Harvard, el mercado laboral actual específicamente favorece a quienes tienen las habilidades sociales para colaborar y trabajar en equipo.

¿Qué esperas? ¡Entrena tu inteligencia emocional e impacta en tu organización!

Takeaways: El 90% del éxito profesional se debe al correcto desarrollo de la inteligencia emocional. Entrenar habilidades blandas garantiza resultados excepcionales. Ve el caso de éxito de Falabella Financiero aquí.