La pregunta en el título del artículo, es la que mayormente me hacen como reacción al hecho de que me presento como asesor de profesionales usuarios de LinkedIn. En las siguientes líneas intentaré responder esa pregunta desde tres facetas, o como me gusta decir, desde las tres patas de la mesa LinkedIn, sobre la cual colocaremos nuestra marca profesional.

Pero antes de entrar en materia, permita decirle que creo yo es LinkedIn realmente. Una feria de negocios tipo Expomin, Expo Capital Humano, Expo Bebe, etc. etc. pero de tamaño mundial y en la cual tenemos un stand, que en los términos LinkedIn equivale al perfil.

Para que nuestra presencia en esta feria de negocios tamaño mundial sea efectiva, en términos de lograr los objetivos que tengamos, deberíamos trabajar en las siguientes tres patas, con el fin de dejarlas listas y niveladas.

El primer pilar de la mesa LinkedIn es el perfil

El perfil como el stand en una feria de negocios, debería estar completamente habilitado antes de siquiera avisar a cualquiera de nuestros contactos y para que ello ocurra nos ocuparemos de:

  • El nombre correcto de la marca. Si a mi me conocen por mi segundo nombre y nadie por el primero, entonces el primer nombre no se incluye. Lo mismo para el segundo nombre si nadie lo usa.
  • La imagen correcta de la marca. La pregunta que tenemos que hacernos aquí es si la imagen que tenemos nos proyecta como el profesional que somos. Si no estamos seguros, entonces quizás haya que repensarla.
  • El Titular o slogan de la marca. Este es el apartado en donde la maquina comparará palabras claves que usamos aquí con las usadas en una búsqueda. Si encuentra coincidencias aparecemos en los resultados, si no, somos  invisible. La clave aquí es saber qué palabras usaría nuestro cliente para buscarnos y colocarlas allí
  • El extracto o etiqueta del producto. Este apartado es clave pues será aquí donde se decidirá si la persona que nos está buscando seguirá o abandonará. El extracto debería responder, ojalá en las dos primeras líneas que se muestran por defecto, tres preguntas que un reclutador se hace respecto de nosotros. Qué hacemos, hace cuánto y en qué sector. Además debería incluir un detalle breve de sus logros o aportes de valor.
  • La experiencia. Si la persona que busca a llegado hasta este apartado, entonces tenemos una buena posibilidad de mostrar los aportes de valor o logros que hemos tenido en cada organización en la que hemos estado. Recuerde que no sirve aquí la lista de responsabilidades y deberes pero si lo que ha logrado.
  • Las skills o el club de fans. Este es el primer lugar en que personas que no somos nosotros, opinan sobre nosotros y como todo club de fans, hay que gestionarlo. La gestionamos pues no queremos que skills irrelevantes sean las más validadas. Por ejemplo si usted es un ingeniero civil con mucha experiencia en faenas mineras, no querría que word tenga 80 validaciones, powerpoint 45 y faena minera 3 y español 97. A los fans hay que gestionarlos
  • Las recomendaciones o el libro de visitas al stand. Este apartado es potente pues aquí hay contactos profesionales que han tomado tiempo para redactar una recomendación escrita sobre nuestro quehacer profesional, sea que se lo hayamos pedido o que le haya nacido de mutuo propio.

El segundo pilar de la mesa LinkedIn es la red

Tenemos listo el stand en la feria de negocios tamaño mundial que LinkedIn es y ahora deberíamos avisar a nuestros clientes potenciales que estamos allí, de modo que nos visiten. Pero ¿a quién avisar y a quién no? La decisión es individual, pero para claridad total la red nos importa pues es la que nos dará profundidad y alcance.

Hay dos enfoques posibles en esto, el primero es: voy a invitar sólo a gente que he conocido previamente y no aceptaré invitaciones de nadie que no haya conocido previamente. Quizás esté de acuerdo conmigo respecto de que si yo tuviera ese comportamiento en un stand que mi empresa ha puesto en una feria de negocios, probablemente tendría problemas, pues saludar sólo a los clientes que ya tenemos, nos hará perder a todos los clientes que todavía no tenemos.

El segundo enfoque es voy a invitar y recibir invitaciones para conectar de gente que esté en mi sector, o en sectores asociados, que esté o haya estado en organizaciones de mi interés y contactos que traigan muchos contactos con ellos.

¿Cómo invitar? Personalizando la invitación pues aumenta notablemente el porcentaje de aceptación. ¿Cómo reaccionar a una invitación? Agradeciendo.

Tiene 3000 invitaciones que vienen por defecto y tiene hasta 30.000 como cupo máximo de contactos.

El tercer pilar de la mesa LinkedIn es la actividad intencionada

Tenemos un stand de clase mundial, tenemos una red tejida con propósito. ¿Es esto suficiente? La respuesta en no y por dos razones. Tener las dos primeras patas sin agregar la tercera hará que los robot en la maquina nos consideren irrelevantes e inexistentes y con ello nos volvemos invisibles. Lo mismo pasará con nuestros contactos, que si nunca nos ven activos en la plataforma, nos olvidarán.

La actividad intencionada de la que estamos hablando aquí, de sencillo a complejo es dar recomendar a un debate de otra persona, compartir ese debate con su red, comentar y aportar al debate. También puede ser etiquetar personas a debates u oportunidades que aparecen, pero también generar contenido propio, que usted como profesional tiene para aportar y que sus clientes podrían valorar.

Dicho de otro modo, si usted es un agrónomo, entonces quizás escriba para agricultores u otros agrónomos, pero si usted es un experto en capital humano, escriba para gerentes en organizaciones o como en mi caso que escribo para usuarios de LinkedIn que necesitan comprender la plataforma.

Esta es la pata más desafiante pues según LinkedIn, 97 de cada 100 usuarios fallarán aquí.

Takeaways: Para sacarle el máximo provecho a LinkedIn debes trabajas las tres patas de la mesa: el perfil, la red y la actividad intencionada. Solo así podrás sacar el máximo provecho a esta gran red y conseguir que tu carrera laboral siga en crecimiento.