Las vísperas de un nuevo año es la temporada en que las empresas empiezan a plantearse nuevos objetivos y a pensar de qué manera pueden alcanzarlos.
Los estragos de la continencia sanitaria todavía se sienten fuertemente en las empresas. Esta situación ha provocado fuertes cambios en las industrias de todo tipo.
Además, la aparición de nuevas tecnologías y la digitalización y automatización de procesos ha creado una fuerte competencia por el talento capacitado.
El 2023 se vislumbra como un año intenso y cambiante, lo que obliga a los directivos a crear un plan de desarrollo que deje el menor espacio posible a la incertidumbre.
Con todo este escenario planteado, es importante incluir las necesidades de los colaboradores como un factor a considerar durante la planificación.
Ellos serán los ejecutantes de las acciones, así que tienen que ser partícipes de todo el proceso para que entiendan en su totalidad el porqué de las tareas que se les encomienda.
Desarrollar las capacidades necesarias
Incluir a tu equipo durante el desarrollo de un plan para el 2023 te va a permitir identificar cuáles de ellos tienen la disposición de entrar en los planes de capacitación para manejar las nuevas tecnologías y asumir puestos de liderazgo.
Es importante que en tu fuerza laboral sea capaz de identificar en qué posición cada uno de tus elementos te puede ser de utilidad.
Visión interna
A la hora de planificar, los directivos pueden tener una visión sesgada de los distintos factores que afectan el trabajo diario.
Al tener una perspectiva desde puestos más altos, pueden estar dejando de lado aspectos importantes para los empleados al momento de desarrollar sus tareas.
Si en tu mesa de planificación le das espacio a tu equipo de trabajo, podrás reducir este sesgo y armar una estrategia más sólida.
Comunicación efectiva
Si diferentes componentes de tu fuerza laboral están presentes durante el proceso de desarrollo de un plan estratégico, ellos mismos podrán comunicar al resto de empleados las nuevas directrices de una forma mucho más clara y directa.
Suele haber un proceso largo desde que se toma una decisión hasta que se ejecuta tal y como se planificó. Esta brecha puede reducirse si el personal está siendo partícipe de las decisiones.
Tomar en cuenta las expectativas de los trabajadores
Si bien los colaboradores tienen que ser proactivos y adaptarse fácilmente a los cambios, también es importante considerar qué es lo que ellos esperan de su trabajo en determinado periodo.
Factores como horarios, el armado de los equipos, el tipo de herramientas que van a usar y los plazos de tiempo pueden ser considerados durante el desarrollo de un plan estratégico para el 2023.
La cultura organizacional
Todos los cambios, retos y objetivos para el año venidero tienen que estar alineados con la cultura de tu organización.
La planificación es una excelente oportunidad para reafirmar los valores y que tus colaboradores se den cuenta que están por encima de todo. No escatimes en cambiar procesos o tomar rutas alternas si las principales o más fáciles interfieren con estos valores que tu organización profesa.
Al ver esto de cerca, el nivel de compromiso, lealtad y motivación de tu equipo aumentará.
La satisfacción de tus empleados es la satisfacción del cliente
Esta es la premisa de un modelo de gestión del personal, la cual puedes tener en mente a la hora de planificar.
Consultar con los futuros ejecutantes sobre las condiciones y los procesos que van a desarrollar te va a permitir ofrecerles un alto nivel de comodidad. Esta preocupación por su bienestar será recompensada con productividad, lo que terminará por traducirse en productos y servicios de calidad.
Si quieres tener clientes satisfechos, empieza por cubrir las necesidades de tus empleados y proporcionarles el máximo de herramientas posibles.
Sentarlos en la mesa de planificación para el 2023 es fundamental para que tu empresa tenga un año sólido, estable y listo para enfrentarse a cualquier adversidad.
Takeaways: Es importante que las organizaciones incluyan a sus equipos en los planes de desarrollo para el 2023, ya que se espera un año de incertidumbres. Los colaboradores deben saber a qué tipo de situaciones pueden enfrentarse y aportar su propia visión a la hora de armar un plan estratégico.