Mantener nuestra identidad. Parte III: Líderes a distancia 

Las decisiones que toman o dejan de tomar las organizaciones, no solo afectan el desempeño de las personas y el éxito de la organización, sino que también el nivel de exposición de un colaborador y cómo el enfermarse pueda traer consecuencias para esa persona y su familia.

La gran mayoría de los jefes se ven enfrentados a constantes presiones entre las metas organizacionales, personales y del equipo. Buscar el balance entre las expectativas de cada actor es sumamente desafiante. Es aún más desafiante hoy, ya que la distancia dificulta las conversaciones y el entendimiento entre las distintos actores. Nosotros en HCMFront creemos que la clave es la constante y humilde búsqueda del balance entre la preocupación genuina por los colaboradores, de su bienestar psicológico y físico, y por otro lado, la búsqueda de nuevas formas de trabajo, para incentivar la productividad y el aportar valor al trabajo y la organización. 

Por lo mismo, en esta oportunidad queremos hablar del liderazgo con humildad.

Liderazgo con humildad

Cada año el mundo nos sorprende con fenómenos que no podemos controlar, que van más allá de la planificación estratégica, de las carta gantt y de lo que habíamos pensado en nuestras cabezas. Desde luego, la planificación es una gran herramienta para alinear el trabajo, para predecir el futuro y aprovechar los recursos de la forma más eficiente posible, ya que es así cómo se pueden responder a las expectativas de clientes, colaboradores y sociedad en general. 

A pesar de esto, el mundo cambia de forma inesperada, y es la humildad nuestra mejor herramienta para liderar equipos. Por humildad entendemos aquella cualidad que nos permite bajar niveles excesivos de arrogancia para escuchar de forma activa lo que nos dicen nuestros colaboradores y el entorno. La humildad en el liderazgo nos permite reflexionar sobre las ideas pasadas que teníamos y abrirnos a nuevas formas de hacer las cosas, para innovar y escuchar otros con sus soluciones. 

Lamentablemente, se tiende a pensar que las personas con altos niveles de arrogancia y firmeza tendrán asegurado los puestos de jefatura, ya que demuestran fuerza y altos niveles de ambición. El problema es que, incentivar de forma desproporcionada esta característica en las personas puede motivarlos a conductas inapropiadas en el trabajo. El exceso de arrogancia no solo limita la capacidad de escuchar sino que también se relaciona con conductas de desprecio por el aporte de otros. Falta de humildad puede también estar relacionada a no querer ser parte de un equipo, sino sólo liderarlo, imponiendo ideas. 

Se necesita confianza y sinceridad

Por lo tanto, no se debe entender que la humildad es contrario a la ambición y creer en sí mismo, sino que más bien, a entender de forma madura los límites personales y el beneficio que trae trabajar en equipo para la organización y para uno mismo. El trabajo de una sola persona es dramáticamente menos productivo que el de un equipo, y aún más si consideramos un equipo de alto desempeño y comprometido con su trabajo.

Personas que demuestran su humildad, también se exponen y se muestran más vulnerables, ya que son sinceros con sus límites y fortalezas. Esta exposición requiere de gran confianza en sí mismo y entrega por el equipo. Mostrarse vulnerable o con límites y debilidades no es fácil, requiere de años de trabajo, pero es lo que requieren los tiempos actuales.

Nuestro ego nos puede jugar una mala pasada, ya que constantemente estamos en conversaciones internas que nos celebra nuestras brillantes ideas que son sin duda mejor que la del resto del equipo. Mientras nuestro ego nos convence, no escuchamos, y sesgamos nuestra percepción para descubrir los errores en otros y los beneficios de nuestras ideas.

Fácilmente, una persona con bajos niveles de humildad se va a sentir herida cuando se critican sus ideas. En la creación de sus ideas existe un componente emocional, ya que en esa idea yace la identidad de la persona, la creencia de su inteligencia y aporte a la empresa. Es por esto que es tan difícil para todos trabajar con humildad, pero vale la pena.

 Beneficios de liderar con humildad

  • Ser percibido como un líder humano, preocupado por las personas
  • Incentivar la colaboración entre las personas dentro del equipo
  • Incentivar la colaboración entre equipos
  • Promocionar el Engagement y el empoderamiento
  • Generar equipos de alto desempeño
  • Promocionar el comportamiento inclusivo y ético

Para que los líderes puedan mostrar una empatía adecuada, deben saber qué pasa por la mente de sus colaboradores y cuáles son sus mayores preocupaciones. Para este propósito, HCMFront, una plataforma integral para la gestión de personas, ha lanzado una encuesta, cuyo objetivo es conocer y entender la percepción de las personas durante la crisis de salud que estamos viviendo, cómo ven el regreso a la nueva normalidad y qué les preocupa antes de este paso

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Takeaways Ser jefe hoy no es fácil, y pocas veces en la vida nos vemos enfrentados a tantas incertidumbres a la vez. Con equipos multidisciplinarios repartidos en el país y muchas veces en el mundo, ser líder demanda más humildad, más ambición y habilidades para empoderar y desarrollar a cada persona dentro de su potencial y sus límites.