¿Qué puede tomar años para construir, pero sólo segundos para derribar? Aunque suena como una adivinanza infantil, la respuesta es la confianza, uno de los instintos humanos más básicos. ¿Pero cómo puedes saber si realmente puedes confiar en alguien?

¿Se puede predecir quién va a avergonzar a la organización, robar o dañar la propiedad de la empresa o estar involucrado en un escándalo de corrupción? ¿Puede una inversión de dinero inmoral por parte de un ejecutivo de inversiones o la venta ilegal de data confidencial por parte de un programador tener un denominador común?

Ser capaz de predecir conductas laborales contraproducentes es de gran importancia práctica para ahorrar enormes costos y evitar escándalos corporativos.

Poder predecir comportamientos laborales contraproducentes es una forma de agregar valor adicional a las organizaciones. El ausentismo laboral, el fraude o las conductas riesgosas causan muchos daños. 

Debemos evaluar no sólo a la persona sino también su contexto. Al evaluar el comportamiento en lugar de los rasgos podemos predecir el comportamiento contraproducente sin estigmatizar a quienes obtengan una puntuación baja en la evaluación.

Resulta que hay toda una ciencia detrás de la identificación de quién es digno de confianza – y quién no.

En nuestra experiencia, la confiabilidad y la integridad van de la mano. Miramos esto desde un enfoque doble: por una parte el control de los impulsos, y por otra la conciencia ética. Esos dos aspectos permiten abarcar el constructo de la Confiabilidad.

El Control de Impulsos es la habilidad para resistir la tentación de comprometerse en comportamientos contraproducentes que tendrán consecuencias negativas en el futuro, a pesar de ser inmediatamente gratificante.

La Conciencia Ética es la capacidad de analizar situaciones y sopesar las consecuencias de las acciones en términos de sus efectos sobre otras personas, su moralidad y su coherencia con lo que uno ha prometido hacer.

Cómo puedes evaluar la confiabilidad

Entonces, ¿cómo evaluamos la confiabilidad? Muchas organizaciones usan evaluaciones que intentan medir directamente que tan confiables son las personas. Sin embargo, estas mediciones tradicionales pueden ser problemáticas porque los candidatos pueden falsificar fácilmente las respuestas «correctas», en un intento de contestar con deseabilidad social.

En su lugar, las organizaciones deberían buscar evaluar los rasgos de personalidad que típicamente llevan a alguien a ser percibido como digno de confianza. Al evaluar indirectamente un constructo socialmente deseable, como la confiabilidad, se puede obtener una medición más precisa y una visión de las verdaderas capacidades de los candidatos, minimizando su capacidad de contestar con deseabilidad social. A través de un modelo de confiabilidad o integridad doble, centrado en el control de los impulsos y la conciencia ética podemos medir los atributos de Personalidad para resistir el riesgo a comportarse de forma contraproducente y a través de medición, gestionar estos riesgos!

Takeaways: Es posible evaluar la confiabilidad de las personas, a través de la evaluación de los rasgos que permiten resistir el riesgo de mostrar conductas contraproducentes. Esta forma de evaluar Confiabilidad reduce la estigmatización de las personas con resultados más bajos en la evaluación, permitiendo a la organización gestionar los riesgos de conductas contraproducentes.