Sin duda estamos ante una situación donde nadie tiene todas las respuestas, por ende, es aconsejable compartir mejores prácticas con los colegas e intercambiar las soluciones encontradas. Lo importante es tener claro que, si bien ninguna crisis es fácil de sobrellevar porque implica procesos de cambio que muchas veces generan resistencia, un líder alineado y comprometido siempre es clave para el éxito ya que permite movilizar y persuadir a otros hacia los objetivos que deseamos alcanzar de una manera más fácil.

1. La primera prioridad es la seguridad de las personas: Para aquellos equipos que están trabajando en primera línea o en la fábrica, debemos asegurar que se siguen los protocolos de seguridad, proporcionar los equipos de protección individual necesarios, mantener una distancia social mínima en los distintos puestos de trabajo, medir la temperatura, suministrar geles desinfectantes, separar los equipos para evitar el contacto, organizar turnos para minimizar las interacciones. Además, se debe optar por el teletrabajo tanto como sea posible. Para ello es necesario garantizar que telecomunicaciones funcionen (muy relevante el papel que juega el equipo de IT) y ayudar a desarrollar las capacidades tecnológicas que se necesitan para trabajar remotamente.

2. Plan de contingencia: Preparar el plan de contingencia junto con los protocolos previstos en los que se detalle de una manera simple cómo se debe actuar en cada situación. Compartir estos planes de contingencia con los managers de la organización para que estén preparados cuando estas situaciones surjan.

3. Comunicación: Es conveniente hacer el esfuerzo de segmentar los mensajes a dar a cada colectivo, asegurando transmitir las informaciones relevantes para cada equipo. Es relevante aportar la cantidad justa de información en el momento oportuno, de manera clara y transparente. Además, asegurarse que se utilizan todos los canales disponibles: comunicados vía email, sites con información, vídeos del CEO hechos con el propio celular, reuniones de equipo virtuales, entre otros.

4. Reacción rápida y ágil:  Debemos focalizarnos en aquellas soluciones viables con diligencia y prontitud, haciendo un seguimiento diario de la situación. Una actitud “wait and see” no es admisible en esta situación.

5. Liderazgo basado en la confianza y la empatía: Son tiempos de escuchar más que de hablar. Todos estamos en una situación de confinamiento, algunos trabajando con los niños en la casa, no es fácil. Debemos escuchar activamente, sentirnos cerca de nuestra gente y estar atentos a sus inquietudes o preocupaciones.

Takeaways: El nivel de complejidad y ambigüedad a la que nos afrontamos en esta crisis del Coronavirus, no tiene precedentes. Nunca nuestro rol como líderes de Recursos Humanos ha sido tan importante. ¿Qué lecciones estamos aprendiendo sobre el liderazgo de Recursos Humanos en tiempos de Coronavirus?