Según la OCDE, el 85% de las profesiones que desempeñaremos en el año 2030, todavía no existen, por lo que centrarnos en la conversación respecto a profesiones, no tiene sentido. No obstante lo anterior, centrarnos en que competencias  se van a valorar y en el cómo serán los líderes 4.0, si tiene sentido, porque esta información si la  conocemos. Ella indica que, “hay que prestar especial atención” al Future of Jobs Report 2018 del World Economic Forum.

Según indica en este informe, serán relevantes el pensamiento crítico y el pensamiento creativo, tratándose el primero de un proceso cognitivo de naturaleza racional y reflexiva que cuestiona la realidad y el mundo que nos rodea; mientras que el pensamiento creativo hace referencia a una forma “original” de pensar que ayuda a resolver problemas y a innovar. 

También se prevé, una creciente valoración de las competencias analíticas y la capacidad para resolver problemas. Además, se añade la necesidad de “aprender” con eficacia, puesto que entramos en la era del aprendizaje, en la que tendremos que acostumbrarnos a pasar toda la vida estudiando (o mejor dicho, aprendiendo…). Y, por supuesto, harán falta profesionales capaces de aplicar todas esas competencias y conocimientos a la generación de nuevas ideas que puedan ser valiosas para una organización. 

De la misma forma, el World Economic Forum espera una creciente valoración de habilidades “esencialmente humanas” como son la inteligencia emocional, el liderazgo personal y la influencia social, lo que confirma eso de que quien trabaje como un robot tendrá los días contados.

Frente a lo anterior, hay varias experiencias recientes que  han demostrado que tecnologías como la inteligencia artificial, pueden ser capaces de expandir nuestra creatividad hasta límites insospechados.

El Proyecto Magenta de Google saltó a los medios de comunicación en junio del 2016, tras revelarse que una máquina había sido capaz de crear una pieza de piano de 90 segundos. Para lograrlo, tan solo hicieron falta cuatro notas musicales (do, do, sol, do) y TensorFlow, un software de inteligencia artificial de la compañía, una tecnología capaz de detectar, analizar y aprender patrones, hasta llegar a un resultado equivalente al que habría podido llegar una persona con su reflexión e intuición humana. 

En definitiva  las empresas, según Silvia Leal, buscan personas capaces de innovar, con y sin la tecnología, aunque la innovación digital sea hoy un motor de crecimiento fundamental. No obstante, todos somos creativos, la diferencia la marca el nivel hasta el que somos capaces de desarrollar nuestra creatividad. Por ello, como muestran estas historias, hay que cambiar la forma de trabajar, pero también de innovar y, por supuesto, de liderar los procesos de cambio. 

En pocas palabras, indica ella que: podemos elegir, podemos resistirnos a los tiempos de cambio o bien “cambiar el chip” y aprender a utilizar todas estas herramientas capaces de llevar nuestra capacidad de innovar más allá de sus límites actuales. La grabación de este webinar “Liderazgo 4.0 ¿Más tecnológico o más humano? Se encuentra en el siguiente ¡Link gratuito aquí!

Takeaways:

La importancia de las competencias digitales está en la capacidad de innovar con la tecnología y no sólo en el uso de ella. Enfatiza en apostar por un liderazgo 4.0 mucho más humano, eso sí, gracias a la tecnología.