Hoy se percibe que estamos en presencia de una tendencia creciente de ciudadanos, que en su rol de consumidores, son cada vez más responsables y conscientes. En un reciente estudio realizado por Proqualitas, se detectó que más del 53% de las personas entre 36 y 45 años, de todos los estratos socioeconómicos, en Chile, siempre o casi siempre son proclives a elegir o priorizar productos o servicios de los cuales pueden conocer su origen, su cadena de valor y si ésta logra impactos positivos en lo social y en el medio ambiente[1].  Este es un interesante antecedente que nos hace afirmar que, las empresas deben comprender que su primera función, ante la sociedad, es contribuir al Bien Común y definir con claridad este propósito y si, como consecuencia de ello son más rentables, en lo financiero, sin duda es un buen síntoma, pero no debe ser su primera prioridad. La rentabilidad financiera para avanzar y desarrollarse, por cierto es necesaria, pero no puede ser sólo ese su objetivo y es por ello que muchas veces las empresas son cuestionadas pues las personas no logran distinguir cuál es el real aporte que realizan hacia la comunidad.

Una herramienta poderosa y cada vez más reconocida en las empresas de países desarrollados, es el “Balance  del Bien Común” es decir una medida concreta y eficiente, para lograr determinar cuál es el real aporte de la empresa al bien común, bienestar general y buen vivir de la población y la relación virtuosa con todos los grupos de contacto o “stakeholders” de la empresa. Esta herramienta nace desde la propuesta de la “Economía del Bien Común”, surgida en Austria en 2010 y creada por Christian Felber, profesor en la cátedra de Economía y Negocios de la Universidad de Viena.

Proqualitas es hoy una de las primeras empresas en Chile y Latinoamérica en realizar su Balance del Bien Común y estamos en condiciones de apoyar ya, en igual proceso, a las empresas en Chile, que deseen aplicar este instrumento.

La Economía del Bien Común es un modelo económico, en el cual las coordenadas de los motivos y objetivos de aspiración de las empresas son modificados desde el mero afán de lucro y la competencia, por la contribución al Bien Común y la cooperación. Se fundamenta en cinco valores o principios que deberían estar implícitos y formar parte de la gestión de todas las empresas y organizaciones. Estos son:

  • Garantizar la Dignidad Humana en todas las acciones ejecutadas por la empresa y en su relación con cada uno de los grupos de contacto e interés con que interactúa, en particular la gestión ética de proveedores, accionistas, colaboradores, clientes y en términos generales, con todas las organizaciones y en ellas, las personas, susceptibles de ser afectadas por la acción de la empresa.

  • Promover la Solidaridad, entre las empresas y organizaciones y en general todos los grupos de contacto, priorizando la cooperación sobre la competencia.

  • Sostenibilidad Ecológica: a través de la acción preferente sobre proveedores que respetan el medio ambiente y los recursos;  generando y promoviendo una cultura acorde al interior de la empresa;  creando productos y servicios que consideren, en su diseño, aspectos de eficiencia, suficiencia y comunicación ambiental, para disminuir o eliminar los efectos negativos sobre el medio ambiente, garantizando su adecuada conservación y disponibilidad futura.

  • Justicia Social: actuando sobre los aspectos internos, reduciendo brechas salariales,  fomentando la transparencia en este sentido, y en las repercusiones sociales de los productos y servicios creados, y asumiendo la responsabilidad sobre los resultados de la empresa y la actuación ética para impactar al bien común.

  • Democracia y Transparencia: logrando mayores grados de participación en las decisiones de la empresa de parte de todos sus colaboradores, cooperando para alcanzar mejores estándares sociales y ecológicos en el sector o rubro específico e informar las acciones y logros de manera transparente a todos los grupos de contacto.

En coherencia con lo anterior, la práctica de la acción de Proqualitas, ha ido gradualmente haciéndose consciente de su relevancia y el impacto que puede tener actuar con foco en favorecer el bien común general.

[1] “Estudio de Caracterización de Comercio Justo y Propensión a un Consumo Responsable”, estudio realizado por Proqualitas,, para la División de Asociatividad y Economía Social del Ministerio de Economía, 2016.

Te invitamos a revisar este artículo en su formato original; y otros artículos originales en el sitio web de Proqualitas, expertos en la creación de valor y administración de capital humano.