“La humanidad es todavía algo que hay que humanizar”

Gabriela Mistral

Escuché a alguien decir que por definición lo humano no se puede humanizar, pues el ser humano ya lo es.

Al respecto cabe señalar que no estoy de acuerdo con lo anterior por una razón muy simple, que por cierto es aplicable a distintos ámbitos: los conceptos mentales no son la realidad. Y lo humano, el ser humano, es un concepto mental en tanto no demuestre que es una realidad viva y palpable.

El ser humano será humano de verdad, cuando se libere de la “esfera egoica” que lo tiene atrapado y desactive el “piloto automático” que lo hace vivir y actuar como un “zombie”, desde una gran inconsciencia. Alguien deshumanizado es alguien inconsciente; que no ve ni percibe la realidad.

Cuando el ego reina, su compañera natural es la deshumanización, lo que podemos apreciar claramente en las personas, en las empresas, en las organizaciones más diversas, y por cierto en la sociedad como un todo.

En las Empresas por ejemplo, se habla y se habla de poner “foco en lo humano”; se hacen discursos bonitos con el mensaje central de “nuestra prioridad son las personas”; pero las incongruencias e incoherencias en el actuar lo dejan a uno “pasmado”.

Si hay algo que abunda en las Organizaciones de hoy es precisamente la deshumanización , lo que se refleja en una despersonalización total ; en el comparar y hacer asimilables a las personas con las máquinas (de hecho, hay muchos que piensan que el futuro de las Empresas está en la tecnología y no en las personas) ; en el considerar a las personas como un mero recurso que puede ser desechado en cualquier momento ; y en ver a las personas como un factor de ajuste del balance , lo que lleva a que se considere como algo absolutamente normal el eliminarlas, ante la necesidad de mejorar algún número.

Humanizar no debe ser sólo un discurso, ni marketing para venderse mejor. Humanizar debe implicar darle prioridad absoluta a las personas y ponerlas realmente en el centro de nuestra atención y gestión..

En fin, humanizar es operar desde la consciencia para mejorar la condición humana, poniendo en práctica valores humanos como la empatía, la compasión, la solidaridad y el respeto. Humanizar es reconocer y valorar la humanidad en los demás, lo que implica tomar decisiones, gestionar y actuar, teniendo presente que las personas son lo más importante, y que todas ellas tienen dignidad y merecen ser tratadas con respeto y consideración, independientemente de las circunstancias.

“Ante tantas necesidades que nos hemos generado, hay que dar cabida a una nueva necesidad. La necesidad de ser humanos”

Thich Nhat Hanh

Ahora, si aterrizamos el humanizar en las Empresas, tendríamos que concluir que una Empresa humana es aquella que pone a las personas en el centro, y que se enfoca en el bienestar de ellas; no sólo en la maximización de beneficios.

Una Empresa humana tiene clara la diferencia entre generar utilidades y generar valor. Ella en el fondo hace ganar a todas las personas con las que interactúa. El lema implícito en su accionar es: “Yo gano cuando nadie que se haya relacionado conmigo, ha perdido”.

Si quisiéramos caracterizar a este tipo de Empresa, tendríamos que decir lo siguiente:

  • El foco está en las personas, a las que se considera el activo más valioso. No se las considera nunca y bajo ninguna circunstancia como algo desechable. Sólo se las llega a afectar cuando se han explorado todos los caminos y no hay otra alternativa.
  • Son una comunidad viva en donde se prioriza de verdad a las personas, promoviendo su desarrollo, bienestar y satisfacción. Se tiene absolutamente claro que la primera responsabilidad de una Empresa es cuidar a las personas que la integran.
  • Poseen una “cultura organizacional” amable y abierta, en donde lo que moviliza son las energías de la confianza y la armonía. Los empleados se sienten dentro de un espacio seguro y protegido, en donde se les cuida, se les valora, se les motiva, se les respeta y se les empodera.
  • Tienen una orientación natural hacia el cliente, preocupándose de verdad por su bienestar, preferencias y preocupaciones.
  • Son responsables socialmente, trabajando para minimizar cualquier efecto o impacto negativo en la comunidad y en el medio en el que están insertas.
  • Fomentan un ambiente inclusivo y de colaboración, en donde se valora y se respeta la diversidad en todas sus formas. Promueven la participación activa de los empleados y una comunicación e interacción permanente entre ellos.
  • Funcionan con un fondo de quietud y calma ,lo que hace que impere en ellas la consciencia y no el apresuramiento o el “histerismo”..
  • Su sello es la coherencia, la ética y la transparencia. Se hace lo que se dice, y se toman decisiones justas y honestas.
  • Promueven el desarrollo integral de sus empleados, preocupándose del bienestar de ellos ofreciéndoles condiciones justas, oportunidades de crecimiento, así como un ambiente seguro y saludable.
  • Fomentan la creatividad y la libertad personal en todos sus espacios. La innovación y la mejora continua es su norte.
  • Se gestionan en base a la confianza, abriendo y dando espacios de desarrollo; y no en base a un miedo coercitivo.

En definitiva, el desafío hoy es generar Empresas que sean la base para construir un mundo más humano basado en la empatía, la compasión y el respeto mutuo.

Takeaways: Humanizar las Organizaciones es sin duda uno de los grandes desafíos de este tiempo. La humanidad no debe ser solo un concepto que adorna los discursos, sino un hecho palpable que conlleva poner a las personas realmente en el centro de la gestión.