“La Consciencia es el combustible que necesita toda Empresa para funcionar bien y servir bien”

El Autor

A estas alturas de la evolución humana, es un hecho indesmentible que si queremos tener una mejor sociedad, que sea esencialmente libre y amigable para todos, debemos ser capaces de generar mejores Empresas, las que a partir de darles a las personas un espacio para que se desarrollen integralmente, generen un valor real para todos los que de alguna forma interactúan con ellas.

Ahora, si queremos hoy en día “aterrizar” lo que significa una mejor Empresa que contribuya a lo señalado, la respuesta se resume en un solo concepto: una Empresa Consciente.

Al contrario de lo que algunos creen, la consciencia es una condición indispensable para que la Empresas sean competitivas y sustentables en el mediano y largo plazo. Sin consciencia no se tiene integrado el “darse cuenta” por lo que simplemente no se ve la realidad que nos rodea y por cierto, tampoco se calibran el impacto que tienen nuestras decisiones en el entorno con el que de alguna forma interactuamos.

En palabras de Fredy Kofman ; “Ser consciente significa que estamos despiertos, atentos. Vivir conscientemente significa que estamos abiertos para percibir el mundo que nos rodea y nuestro mundo interior, para comprender nuestras circunstancias y decidir cómo actuar frente a ellas de una manera que honre nuestras necesidades, valores y objetivos. Por otra parte, ser inconsciente es estar dormido, actuar mecánicamente, lo que implica dejarse llevar por el instinto y los patrones de conducta habituales”.

La “falta de consciencia” es sin duda, aunque algunos se nieguen a reconocerlo, el principal problema que enfrentan las Empresas hoy en día, lo que compromete más que nada su viabilidad. Una Empresa, que representada por sus empleados y directivos, no toma nota de la realidad y no la ve, simplemente tiene los días contados. Para los incrédulos sobre este punto, les recomendaría el ejercicio de observar y analizar el comportamiento de muchos altos ejecutivos de diferentes tipos de Empresas, y notarán que literalmente “viven en otro mundo”, no ven la realidad; ven sólo lo que les conviene y les es funcional para cumplir sus objetivos y metas. Están condicionados mentalmente por una “burbuja egoica”, que los hace funcionar en la frecuencia del Ego, que es la antítesis de la Consciencia. (A medida que la Consciencia se expande, el Ego se minimiza).

Hoy se hace imprescindible pensar a las Empresas más allá de la mera rentabilidad económica. Hay que empezar a verlas como “cuerpos intermedios” esenciales para generar y sostener una sociedad libre y justa, en donde las personas se desarrollen y evolucionen creando valor y bienestar para todos los que de alguna forma se relacionan con ellas.

Al respecto, las Empresas conscientes que hay que generar, deben tener características bien definidas como las siguientes:

– Gestionar armónicamente el “”espacio tridimensional” en el que se mueve toda Empresa: Esto involucra al espacio impersonal, que como analiza Kofman, tiene que ver con el “ello”, con el negocio, con la rentabilidad, con las metas, con la eficiencia. Al espacio interpersonal, que tiene que ver con lo relacional, con el “nosotros”, con el generar una comunidad de personas que trabajan con solidaridad, confianza y respeto, sintiéndose “parte de” y comprometidas con un propósito. Y al espacio personal, que tiene que ver con el “Yo”, en donde el foco es promover el bienestar, la realización y la trascendencia de todas las personas que trabajan en la Empresa.

– Su objetivo central no es generar beneficios; es generar valor a toda la cadena con la que se interactúa: trabajadores, accionistas, clientes – proveedores y entorno social.

– Ponen a las personas realmente en el centro de la gestión. No se las considera un número, un simple recurso, ni algo que tenga el carácter de desechable.

– Se centran más en el “Como” que en el “Que”. Las metas ya no son un fin en si mismo. Lo que importa es el cómo se recorre el camino para generar resultados.

– El afán de dominio y foco en el tener, retener, poseer y acumular , es reemplazado por un “lucro consciente”, en donde está integrado el hecho de que una Empresa gana, sólo cuando en el proceso de generación de utilidades no ha dejado “muertos ni heridos” por el camino. Una Empresa gana, cuando todos los que integran su cadena de valor han ganado en el trayecto.

– Promueven la colaboración a todo nivel, más que la competencia.

– Funcionan en la frecuencia “armonía” y no en la frecuencia “miedo”.

– Operan con un fondo de serenidad y calma. El culto tan habitual hoy, al exceso y a la velocidad instintiva, simplemente no tiene cabida.

– La coherencia es su sello indeleble. No hay brechas inexplicables entre lo que se dice y lo que se hace; entre los valores y la acción. Las mentiras institucionalizadas y la publicidad engañosa, no encajan en su lógica.

– La Empresa es una “Comunidad de Personas y no un “conglomerado de Personajes”. En este espacio, el Ego individual y colectivo (que hoy hacen de las suyas), es desactivado al exponerlo a la luz de la consciencia.


“Los empleados conscientes son el activo más importante de una Organización. Por el contrario, los empleados inconscientes son su pasivo más peligroso”

Fredy Kofman

Para generar en lo concreto una Empresa consciente, se debe intervenir en los siguientes ámbitos: INTEGRACIÓN DE UN PROPÓSITO SUPERIOR.
Toda Empresa debe tener una razón de existir. Y esta razón debería verse reflejada en el propósito, el que en una Organización consciente debería ir mucho más allá que el mero resultado económico. Las Empresas tienen un impacto multiplicador en el medio, el que será mucho más positivo si funcionan guiadas por un propósito que vaya más allá de la generación de beneficios para los accionistas. El propósito les genera sentido a las personas que trabajan en ella, dándoles compromiso y motivación. También, por cierto, esto atrae a los clientes, lo que por consecuencia se verá reflejado en los ingresos y utilidades.

INTEGRACIÓN DE LOS PARTICIPANTES EN LA “CADENA DE VALOR” DE LA EMPRESA.
Una Empresa consciente debe reconocer su “interdependencia”, integrando a todos los grupos de interés que se relacionan con ella, para así alcanzar mejores resultados y soluciones. Necesita de los socios, empleados, clientes, proveedores, comunidades y entorno medioambiental, para existir y operar. Debe aprender a dejar de “generar utilidades individuales”, para “generar un valor compartido”.

En Complemento de lo señalado, para generar un cambio sustentable en la consciencia dentro de las Organizaciones, se requiere integrar la “TRILOGÍA DEL CAMBIO”, la que debe operar en tres niveles en forma sincronizada:

Generación de Líderes – Directivos conscientes: Los Gerentes conscientes crean el entorno adecuado y generan un espacio seguro, libre y protegido, para que los empleados alcancen su máximo potencial y desarrollo como profesionales y como seres humanos. Hacen posible que los trabajadores brinden lo mejor de sí. Nada es tan útil para un desempeño excepcional como un liderazgo consciente. La motivación de estos líderes es el propósito superior de la Organización y el cuidar a todos los que son indispensables para alcanzarlo.

Generación de una cultura consciente: La cultura es la forma en que se hacen las cosas al interior de una Organización. El desarrollo de una cultura responsable y consciente, es un imperativo para cualquier, Empresa; pues ella impregna todo, incluyendo por cierto a toda la cadena de valor. La forma más efectiva de mejorar la cultura organizacional, es desarrollando la consciencia de los Gerentes. Basta que un CEO o la primera línea gerencial, comience a exigir, dando el ejemplo, un trato respetuoso hacia las personas, para que ello de un giro y cambie. Lo que enciende un proceso de cambio cultural, generando un ambiente responsable y consciente, es la modificación de las actitudes, creencias y conductas de los altos directivos. En otras palabras, es pasar de un liderazgo inconsciente a un liderazgo consciente; de un “no ver” y no “darse cuenta”, a comprender la realidad.

Generación de empleados conscientes: Los empleados potencian su consciencia y actúan conscientemente, sólo cuando están insertos en una cultura consciente y están dirigidos por líderes – gerentes conscientes, que los alinean y los motivan para lograr las metas cumpliendo el propósito organizacional. La cultura y la gerencia consciente, se encargarán de transmitir en el día a día las cualidades que debe poseer un empleado consciente, lo que debe impregnar toda la Organización: Autoconsciencia; Quietud y Calma; Atención plena; Claridad mental y emocional; Actitud Consciente; Simplicidad creativa y Compasión. Estas siete cualidades son las que se deberían generar, potenciar e integrar en todos los niveles. La responsabilidad principal de los máximos directivos de una Empresa, debería ser “llenarla de empleados conscientes”.

En definitiva y a modo de conclusión, el generar Empresas conscientes es el gran desafío de hoy, pues al concretarlo estaremos generando humanidad, estaremos poniendo en el centro a las personas, y a partir de ahí, estaremos generando una mejor sociedad para todos.

Takeaways: Uno de los grandes desafíos en el mundo de hoy es generar Empresas Conscientes, que creen un espacio comunitario protegido para que las personas se desarrollen integralmente y aporten a la creación de una mejor sociedad para todos. La consciencia sin duda, es el factor clave para la sustentabilidad y viabilidad de las Organizaciones en el mediano plazo.