Durante los últimos meses, los efectos de la pandemia en la sociedad parecen irse reduciendo. Pero un cambio que al parecer llegó para quedarse, es la adecuación remota de los puestos laborales.

Este cambio radical de paradigma, del que ya forman partes millones de personas, trae consigo una serie de retos y desafíos tanto para los empleados como para los empleadores.

Por una parte, el trabajador debe lidiar con la responsabilidad de llevar a cabo sus labores en un entorno hogareño. Por lo tanto, tiene que aprender a aislarse de los factores distractores para mantenerse enfocado y ser productivo.

El empleador, a su vez, se consigue con el reto de fomentar y generar las condiciones laborales apropiadas para sus trabajadores en un ambiente que no controla.

Las grandes empresas han empezado a identificar algunos elementos que son necesarios para sostener la productividad de su fuerza laboral, aunque esta no se encuentre dentro de sus instalaciones. Veamos cuáles son:

Mantener la retroalimentación

Sentirse escuchado es clave para mejorar la experiencia empleado del trabajador remoto. Aquí sirven de poco las estadísticas generales. Se hace necesario un trato más personal y directo; el empleado necesita saber que sus necesidades están siendo escuchadas y entendidas.

El Departamento de Recursos Humanos debe estar atento a captar las opiniones de los empleados y a recopilar información para mejorar los procesos de manera continua.

Una buena manera de hacerlo es capacitando al personal para que, a lo largo de su jornada laboral, vayan dejando comentarios e ideas. Es más recomendable hacerlo de esta manera que mediante preguntas directas, para evitar dejar por fuera opiniones que no estén englobadas en dichas preguntas.

Al poder expresar sus pensamientos sin restricciones, el empleado se sentirá escuchado y valorado. Esto aumentará su satisfacción y, por lo tanto, su productividad.

Hay que estar conectados

Una de las consecuencias negativas de eliminar los canales de comunicación interpersonales, es que los empleados empiezan a sentirse aislados y solitarios. Según Gallup, el aislamiento es un problema para el 21 % de los trabajadores remotos.

Entonces, surge el nuevo reto de fomentar la interacción social desde un ámbito virtual, y que no solo se limite a temas laborales. Las necesidades y sentimientos de los trabajadores demandan ser escuchados.

Actuar en base a la información recopilada

Si bien el proceso de escuchar y recolectar información de los empleados es primordial, este esfuerzo quedará en la nada si no se toman medidas en función a esos datos.

Hay que actuar en base a lo que han expresado los trabajadores. De esta forma, la empresa está demostrando que realmente se preocupa por el bienestar de sus empleados, y que trabajan en un entorno donde su opinión es escuchada y valorada.

Las reuniones matutinas, previas al inicio de la jornada, son un buen momento para notificar y empezar a poner en práctica algunas de las disposiciones que hayan surgido luego de la evaluación de las necesidades de los empleados.

Apoyarse en la tecnología

La única manera de fomentar un entorno de trabajo remoto que sea efectivo es mediante la tecnología.

El principal reto de esta premisa es lograr que las comunicaciones sigan siendo humanas, a pesar de que todo el contacto sea virtual.

La creación de comunidades digitales se vuelve indispensable. Una de sus ventajas es que coloca a todos los trabajadores en el mismo nivel, haciendo invisibles las líneas jerárquicas. Este es un factor que contribuye al desarrollo de la creatividad y la colaboración transversal.

La tecnología también tiene que estar presente en forma física. Es necesario que el empleador se asegure de que sus trabajadores cuenten en su casa con los medios necesarios para desarrollar sus actividades con fluidez y sin limitaciones.

Identificar las ventajas del trabajo remoto

Una encuesta realizada por Global Work Place revela que el 73 % de los estadounidenses sienten que han tenido éxito trabajando de forma remota. Esto lo demuestran con un aumento en su productividad, que, en gran medida, viene dado por la reducción de reuniones innecesarias y de poco valor.

Asimismo, utilizar los distintos recursos tecnológicos para trabajar a distancia elimina la necesidad de transportarse diariamente, lo que se traduce es más tiempo para el descanso y menos estrés derivado del tráfico.

RRHH debe impulsar la colaboración con el área de TI

El crecimiento en la cantidad de empleados remotos ha aumentado significativamente la importancia del TI para los Recursos Humanos.

Ambos departamentos deben analizar la información y crear estrategias para gestionar las necesidades de los trabajadores. El objetivo de esta colaboración tiene que estar centrado en garantizar que todos los sistemas ofrezcan el servicio que la fuerza laborar requiere para desarrollar sus actividades.

RR.HH. es el encargado de transmitirle a los empleados todos los conocimientos técnicos que necesitan para impulsar el trabajo remoto. La experiencia conjunta de estos dos departamentos es vital para sostener esta modalidad de trabajo.

La confianza como piedra angular

La incertidumbre de que si el empleado podrá mantener su productividad desde casa es una duda entendible en el alto mando.

Para generar confianza, es importante establecer objetivos razonables y que puedan ser medidos. Al final del día, mes o semana, hay que evaluar si el trabajador ha sido capaz de cumplirlos.

Si los objetivos han sido alcanzado, significa que está manejando bien la adaptación a su oficina remota; en caso contrario, deberán ser evaluadas las causas para posteriormente ser corregidas.

A menudo, a los trabajadores en transición hacia la oficina en casa les cuesta aislarse. Tienen la sensación de no estar dedicando el 100 % de atención a sus labores, lo que conlleva a jornadas laboras más extensas y, por consiguiente, un agotamiento físico y mental importante.

Este agotamiento es un fuerte desencadénate de una baja en el rendimiento.

Es tarea de RR.HH. estar atento a todas estas circunstancias, atacarlas y corregirlas a tiempo. Se estima que, con o sin pandemia, la fuerza laboral remota no haga más que aumentar en los venideros años.

Por consiguiente, la gestión de este nuevo enfoque de trabajo debe estar en el tope de la lista de prioridades de una empresa, porque es la base de su productividad.

Takeaways: Con el nuevo enfoque laboral derivado de la pandemia, las empresas se ven obligadas a hacer esfuerzos adicionales para proporcionar una buena experiencia de trabajo a sus empleados remotos. Factores como la comunicación fluida y el uso adecuado de la tecnología son fundamentales para lograrlo, pero el aspecto más determinante será la confianza.