Desde hace algunas décadas que el trabajo en equipo, el fomento del compromiso y la creación de productividad asertiva son de orden fundamental en nuestras vidas y en cualquier tipo de organización. Las circunstancias actuales nos han puesto una vez más a considerar la manera en que nos sentimos y cómo reaccionamos frente a los demás, sobre todo si es que tenemos que formar equipos y hacer que éstos funcionen.

Es en este contexto y buscando en Para Qué Consultores estilos y estrategias para gestionar la creación y el desarrollo de liderazgos efectivos, es que queremos motivarlos a conocer un poco más de lo que generalmente entendemos por resonancia, apoyados en lo que Goleman y Boyatzis (2008) definieron como el líder resonante.   

En la búsqueda de un trabajo en equipo efectivo, creador de múltiples posibilidades se plantea que el saber controlar y usar las emociones genera sentimientos positivos en los equipos, es decir, se crea resonancia. Para la creación de resonancia se debe, en lo específico, ser inteligente emocionalmente. Los auténticos líderes, los líderes creadores de transformaciones y cambio son aquellos que no se distinguen por un talento innato sino más bien por su capacidad de generar energía, potenciar pasión y entusiasmo en los demás. En cierto sentido, podríamos decir que el líder es quien determina de manera explícita o implícita la norma emocional del equipo, es decir, el clima regulador, moratorio y motivacional del mismo.

Las claves del líder resonante

De esta manera debemos considerar cuatro dominios esenciales en nosotros si queremos ser un líder resonante:

  • Conciencia de uno mismo. La autoconciencia constituye el aspecto primal de todos, debemos aprender a reconocer nuestras emociones para poder gestionarlas y comprenderlas.
  • Autogestión. La cualidad de la autogestión tiene que ver con la posibilidad de producir y potenciar acciones en nosotros y en los demás en pos de la producción de toda y cualquier organización. 
  • Conciencia social. No sólo debemos tener autoconciencia, sino que debemos ser conscientes socialmente, de las emociones de nuestro equipo, de sus intereses y de sus motivaciones.
  • Gestión de las relaciones. Si sabemos sobre nuestras emociones, si tenemos autoconciencia, si practicamos la conciencia social y de ese modo logramos la empatía con nuestro entorno podremos gestionar las relaciones de nuestra organización y de nuestro equipo.

¿Cómo desarrollar estas habilidades?

Ejercicios concretos de práctica;

  • Aprende a escuchar y a reconocer tus emociones. Respira, agradece y reflexiona sobre tus sentimientos, acciones y reacciones.
  • Descansa y prueba estar contigo mismo.
  • Escucha a los demás con atención sólo así podrás lograr la empatía.
  • Comunícate de manera efectiva. Usa un lenguaje adecuado y canales simples para comunicarte con los demás y con tu equipo.
  • Reúnete con tu equipo a realizar actividades fuera del entorno laboral que fomenten la colaboración y la participación.

En tiempos de colaboración, responsabilidad social, compromiso y redes de todo tipo, el liderazgo resonante resulta ser una herramienta potenciadora de autocrecimiento y gestión organizacional que fomenta el clima y la productividad de un equipo y de una organización. Comprométete contigo y con los demás para así crear la resonancia que hoy más que nunca necesitamos.  ¡Razonemos menos y resonemos más!

¿Qué otras cosas estás haciendo tu o se te ocurren?, cuéntennos en los comentarios cómo les va!

Takeaways: Ser inteligente emocionalmente nos hará ser líderes resonantes y grandes personas que crean y fomentan el desarrollo humano y organizacional.