En los últimos años, ha habido un cambio en la forma en que las empresas definen su propósito y su visión. Tradicionalmente, las empresas se han centrado en establecer una misión y una visión clara para guiar su estrategia y toma de decisiones. Sin embargo, cada vez más empresas están reconociendo la importancia de tener un propósito claro y auténtico que inspire y guíe a su organización.

La misión y la visión son elementos clave de la estrategia de una empresa, pero el propósito va más allá de la estrategia y se enfoca en la razón de ser de la empresa. El propósito se refiere al impacto positivo que la empresa busca crear en el mundo, y a la razón por la que existe. Es la razón por la que los empleados se sienten motivados a trabajar en la empresa, y por la que los clientes se sienten atraídos por sus productos y servicios.

Mientras que la misión y la visión se enfocan en el “qué” y el “cómo” de la empresa, el propósito se enfoca en el “por qué”. La misión se refiere a la razón de ser de la empresa y a los objetivos que busca lograr, mientras que la visión se enfoca en la dirección en la que la empresa se dirige y cómo espera llegar allí.

La importancia del por qué

Sin embargo, el propósito es más que solo una declaración. El propósito debe estar arraigado en la cultura de la empresa y ser auténtico y genuino. Las empresas que tienen un propósito claro y auténtico pueden inspirar a sus empleados y clientes, y crear un impacto positivo en el mundo.

Por ejemplo, Patagonia, una empresa de ropa y equipo para actividades al aire libre, tiene un propósito claro de proteger el medio ambiente. Este propósito está arraigado en la cultura de la empresa, y se refleja en sus productos y en su forma de hacer negocios. La empresa ha creado una fundación que financia proyectos de conservación y se ha comprometido a utilizar materiales sostenibles y reciclados en sus productos.

Otro ejemplo es Warby Parker, una empresa de lentes de marco que tiene como propósito hacer que la atención ocular sea accesible para todos. Este propósito se refleja en sus productos, en su modelo de negocio y en su cultura. La empresa ofrece lentes a precios asequibles y dona un par de lentes por cada par vendido a personas necesitadas.

Las empresas que tienen un propósito claro y auténtico pueden atraer y retener a los mejores talentos. Los empleados que sienten que su trabajo tiene un propósito y un impacto positivo en el mundo están más motivados y comprometidos con su trabajo. Además, los clientes están más dispuestos a comprar productos y servicios de empresas que tienen un propósito claro y auténtico.

Por otro lado, las empresas que se centran únicamente en su misión y visión pueden perder de vista su razón de ser y su impacto en el mundo. Las empresas pueden convertirse en obsesivas con los objetivos y los resultados, en lugar de centrarse en el propósito y en el impacto positivo que quieren crear en el mundo.