“Me gusta dirigir de la misma manera en que me gusta ser dirigido. Mi trabajo es muy fácil: simplemente me hago a un lado y dejo a los actores hacer su parte, hacer su personaje como lo perciben y sienten. Trato de intervenir en sus lecturas lo menos posible y no ser impertinente”(Clint Eastwood).
El Liderazgo, concepto tan divulgado, escrito y manoseado; pero a la vez tan escaso en la realidad del mundo actual; se entiende y se integra en la consciencia cuando uno ve a un líder de verdad. En ese momento, todos los conceptos y las fijaciones mentales que uno tiene se disuelven y aparece ante nosotros la figura del líder, que es una persona normal (no un superhéroe), vulnerable, con imperfecciones y debilidades; pero que inspira, motiva, y moviliza, esparciendo a su paso la energía de la Presencia.
Este es el caso de Clint Eastwood , una persona que se ha hecho a sí misma ; que se ha reinventado varias veces; que sólo empezó a ser reconocido por una crítica que lo ninguneaba casi a sus 60 años ; y que al día de hoy es una leyenda viviente en el mundo del cine. Este mes de Mayo que estamos transitando, Clint cumple 92 años, y ahí está con el espíritu en alto, con sus firmes convicciones y al pie del cañón ; trabajando coherente e incansablemente, y produciendo y dirigiendo en promedio una película por año.
Hace ya un tiempo, el crítico chileno Héctor Soto le dedicó las siguientes palabras, que complementan muy bien lo que se quiere transmitir en estas líneas: “Clint Eastwood exhibe una trayectoria que tal vez ningún otro cineasta vivo pueda superar en términos de grandeza y sencillez , de serenidad y vehemencia, de talento y corazón. Su figura ha suscitado enorme resistencia porque se apartó completamente de las beaterías acuñadas en los años 60 del siglo pasado, en torno a la imagen del autor cinematográfico como un artista sufriente, incomprendido, neurótico y a la vez genial. El es otra cosa: un americano franco, sensible, que habla poco y mucho mejor a través de sus películas que de sus entrevistas. Es un tipo pragmático que alterna, para escándalo de los puristas, sus obras más personales con productos comerciales de cierta eficacia pero de cero pretensión. En sus obras hay coraje, talento, autenticidad y cariño, que son atributos característicos de alguien que marca el camino y deja huella”.
Cuando veo alguna película de Clint ; cuando me interiorizo de su forma de dirigir , de la conexión que establece con su equipo, del espacio que crea y del espacio que genera; me resuena más que nunca eso de que “liderar no es nada especial”. Consiste simplemente en ser uno mismo; en no subirse arriba de la pelota del ego y en generar un ambiente seguro para que el otro aparezca y desarrolle su mejor versión. Todos los que han trabajado con él coinciden en que es su Presencia la que produce la magia, irradiando un ambiente de positividad y generando un espacio amable para la creación. No necesita actuar ni hacer; sólo Ser y estar.
Eso es liderar y Clint nos lo ha enseñado. Debemos dejar la “liderología”, las teorizaciones infinitas, los conceptos, los modelos, y los estilos de liderazgo que nos intentan enseñar inútilmente los miles de libros que se escriben al respecto. Tan sólo debemos mirar a personas como Clint Eastwood. Ahí hay liderazgo; eso es el liderazgo: una práctica, una forma de vivir, hacer y ver la vida.
“Mi práctica para dirigir a otros y conectar con ellos, es no introducir el Ego”(Clint Eastwood).
Cuando uno revisa la vida de líderes auténticos, siempre se encuentra con un patrón común que es la “Presencia”, y con siete características muy claras y definidas, las que por cierto adornan la trayectoria y el accionar de Clint.
1.Auto consciencia : Clint sabe quien es , de donde viene y hacia donde va. Es auténtico; es él; no aparenta nada y no se esconde tras una máscara. Nunca ha renegado de su pasado y ha sabido envejecer con dignidad. En una oportunidad señaló: “Jamás me transformaré en algo artificial, haciéndome cirugía estética. Estas arrugas son las que me recuerdan cada día quien soy, de donde vengo y lo que me ha costado llegar hasta aquí”. Ha sido fiel a su estilo y principios. A pesar de las críticas siempre ha sido profundamente coherente consigo mismo, lo que lo ha llevado a alejarse en muchas oportunidades de la “corrección política” que hoy intenta formatearnos.
2. Quietud: Clint es un hombre quieto, que opera y funciona desde un fondo de calma y serenidad, que transmite a todos los que trabajan con él, generando espacios amables y cuidados. Es amigo de la filosofía de la lentitud, que implica moverse desde un fondo de quietud mental y emocional. Esto lo fortalece día a día, practicando actividades lentas como la música, largas caminatas y el estar en silencio. Hace un tiempo expresó::”Me gusta ir a las montañas ; escuchar el sonido del silencio, porque el silencio tiene un sonido muy especial. Observo los pájaros…, me fascinan las aves acuáticas. Y en este estado de contemplación y éxtasis, puedo pasar horas completas”.
3. Atención Plena: Clint ha cultivado la capacidad de observación, lo que le permite ver y no sólo mirar; escuchar y no sólo oír; conectar y no sólo estar. Esto lo reflejan en sus dichos prácticamente todos los actores que han trabajado con él. He aquí el testimonio de dos de ellos (Tim Robbins y Kevin Bacon), que refleja este sentir: “Es un director increíble; remarcablemente eficiente, considerado, decente, que trata bien a las personas; y que es una especie de bendición para trabajar y para filmar. El set cuando él dirige, es muy distinto al de otras películas: hay un ambiente calmo, reposado y como actores nos sentimos vistos, escuchados y considerados.
4. Claridad: Todos reconocen en Clint a un maestro con técnica propia, que no se deja llevar por las modas o por creencias mayoritarias o disfuncionales. Cultiva la claridad mental a través del ejercicio físico, lo que le ha permitido seguir adelante con constancia, perseverancia y fiel a su estilo, construyendo paso a paso y sin aspavientos, una de las más extraordinarias carreras en la historia del cine.
5. Actitud Consciente: Clint no reacciona; actúa desde lo que es, en forma calma, reposada y amable. Hace poco un periodista americano que lo entrevistó, señalaba lo siguiente:”A diferencia de muchos de sus personajes, Eastwood es amable y risueño; y tiene un entusiasmo y una agudeza que lo hacen parecer mucho más joven de lo que es. Es una presencia familiar y cálida, que conecta, genera vínculo y un ambiente abierto y relajado”.
6. Creatividad: Clint tiene una forma única de hacer las cosas. Es simple, directo, no se enreda. Cuando le gusta una historia, va por ella, la aterriza y la concreta en una película con una rapidez y eficiencia increíbles, captando los mejores talentos para esa historia en particular. Las historias más simples y desechadas por otros, adquieren bajo su batuta un equilibrio y belleza difíciles de igualar.
7. Compasión: Clint ha demostrado con creces que tiene una especial sensibilidad para ver al otro, ponerse en su pellejo, saber lo que necesita y buscar la forma más amable para que todas las personas que trabajan con él den lo mejor de sí. Es una constatación que está ahí, el hecho de que no hay nadie que haya trabajado con él, que haya quedado con un sabor amargo, y que no haya alcanzado su mayor potencial y su mayor despliegue de talento. Hace un tiempo, en una revista especializada se comentaba lo siguiente: “Morgan Freeman no es un gran actor; pero cuando está junto a Clint Eastwood , sus zapatos son más pesados, sus labios se secan y se transforma en esos personajes que lo han visto todo en la vida”.
En definitiva, cuando pensemos en Liderazgo y en como generar líderes, no nos enredemos con teorías y modelos. Sólo miremos destellos de la historia de vida de personas que inspiran y han dejado huella, y nos daremos cuenta que él camino hacia el liderazgo es uno sólo: ser uno mismo y ser fiel a uno mismo.
Takeaways: Lo que necesitamos para comprender el liderazgo y para entender lo que significa ser líder, es empaparnos de historias y reseñas de la vida de personas que han dejado huella, inspiran y motivan; más que llenarnos la cabeza con teorías y conceptualizaciones vacías. Aquí va una de esas reseñas que clarifican.