El 2020 ha sido uno de los años de mayores cambios en las últimas décadas.

La pandemia, las crisis sociales han generado grandes cambios en la forma de vida de las personas. Las empresas han cambiado sus estructuras, sus prioridades, su funcionamiento. Se ha generado una sensación de incertidumbre dentro de las organizaciones. Los colaboradores temen que la inestabilidad empresarial termine desvinculándolos.

Por otra parte, las ventas online han aumentado significativamente, las personas que comúnmente viajaban por trabajo han adaptado sus laborales al formato online y pueden compartir con sus cercanos con mayor frecuencia.

Muchos colaboradores tienen familiares que han enfrentado problemas de salud por la pandemia. Otros han tenido que ejercer sus labores profesionales desde su hogar y ejercer al mismo tiempo el rol de educadores de sus hijos pequeños.

La pandemia ha traído grandes tensiones, pero también ha logrado que las organizaciones se vean obligadas a reconocer que deben entregar mayores oportunidades a sus colaboradores para compatibilizar familia y trabajo. Las empresas se han abierto a implementar reuniones online con los hijos presentes, con las jefaturas compartiendo experiencias coloquiales en forma transversal. Estamos viviendo un cambio cultural organizacional que genera organizaciones con liderazgos horizontales en los que cada miembro puede aportar desde su experiencia.

Dado que una gran cantidad de personas ha estado aisladas a lo largo de este año, las empresas han intentado compensar esto, entregando sesiones de coaching, apoyo psicológico y social dentro de la empresa.

Por primera vez las empresas a nivel global están reconociendo que la emocionalidad es el motor del desempeño y están invirtiendo en esto.

¿Cómo estás midiendo la emocionalidad de tus colaboradores? ¿Conoces el impacto de los líderes de tu organización en el desempeño de los colaboradores? ¿Crees que ante esta situación cambiante los colaboradores están comprometidos con el futuro de la organización?

Cerremos este año enfocados en los aprendizajes del 2020. Pongamos foco en el bienestar general de nivel organizacional, en el desarrollo de herramientas y competencias que permitan generar equipos resilientes, empáticos, con liderazgos horizontales y respeto mutuo. Concluyamos de esta experiencia que el trabajo en equipo se extiende a la vida personal de los colaboradores. Compartamos experiencias dentro de las organizaciones y aprendamos los unos de los otros.

¿Cómo están midiendo la emocionalidad de tus colaboradores? ¿Tu medición de desempeño incluye una medición emocional? ¿Estás utilizando el “termómetro” adecuado e los RR.HH. para una situación así? Cerremos el año pensando en los aprendizajes para el 2021. Fomentemos la resiliencia, el compañerismo y una sensación de estabilidad grupal, luego verán cómo aumenta la productividad y el compromiso laboral organizacional.

Takeaways: El 2020 ha sido un año lleno de desafíos, pero también de grandes aprendizajes. Cerremos el año en forma positiva, enfocándonos en los aprendizajes, con un foco en los colaboradores, ya que las organizaciones están formadas por personas.