Las empresas están acelerando sus procesos de automatización, y no sabemos en qué va a derivar esta era de rápidos cambios. Previo al COVID-19 se estimaba que un 57% de las empresas estaba viviendo procesos de automatización y en los últimos meses se estima que el 72% de las empresas a nivel mundial está implementando sistemas automatizados y generando robots que les permitan aprender sobre el comportamiento de sus clientes internos y expertos para optimizar sus procesos internos y aumentar sus ventas (Global Capital Confidence Barometer, 2020)

Cuando las empresas viven reestructuraciones internas debido a factores externos, cuando las empresas deciden tomar nuevos rumbos para sobrevivir a la crísis actual y esto impacta en el rol que los colaboradores ejercen dentro de los equipos de trabajo debemos preguntarnos:

  • ¿Cómo motivamos al equipo de trabajo a reinventarse junto con la empresa y comprometerse con las metas a corto y a largo plazo?
  • ¿Qué sistemas podemos implementar para asegurarnos que los colaboradores se adapten a los cambios en forma exitosa?
  • ¿Cómo fortalecer el engagement de manera que los colaboradores quieran aportar desde su visión al cambio de rumbo de la empresa?

Una de las claves es comprender el impacto positivo de fomentar el desarrollo profesional en los equipos de trabajo. Previo a implementar este tipo de programas debemos comunicar abiertamente que los colaboradores son los que posibilitarán el proceso de transformación organizacional. Basado en este concepto, es fundamental generar oportunidades que les permitan autoconocer sus habilidades y oportunidades de mejora junto con la identificación de talentos.

Luego, es importante que los colaboradores puedan adquirir nuevas herramientas que les permitan mejorar su desempeño. Es de gran relevancia comunicar a nivel organizacional que el objetivo del autoconocimiento es una oportunidad de crecimiento personal que les va a permitir aportar y co-construir la “nueva organización.” 

La mejor inversión es capacitar al personal para que ellos puedan aportar a la empresa. Esto va a generar mayor confianza entre equipos de trabajo y va a fomentar la motivación, el engagement y la colaboración, comprendiendo que cada uno tiene un rol complementario al de su compañero. (Benitez Montez, 2018).

Actualmente dentro de las organizaciones tenemos la oportunidad de transmitir el siguiente mensaje: “Cuando no podemos cambiar la situación a la que nos enfrentamos, el reto consiste en cambiarnos a nosotros» (Victor Frankl).

Takeaways: Comunicar en qué estamos, para dónde vamos, qué haremos, qué esperamos de nuestros colaboradores, cómo está la empresa, esto nos permite reducir la ansiedad y la incertidumbre que el panorama mundial nos genera. Además, aumentamos la confiabilidad que nuestros empleados tienen en nosotros como empresa: saben qué esperar.