Hay pocos momentos más relevantes en la vida laboral de una persona, que cuando hemos sido nombrados jefe por primera vez: La alegría y nerviosismo del nombramiento, la satisfacción del logro, la gratitud por el reconocimiento y, por sobre todo, las ganas de estar a la altura del desafío son las emociones predominantes.

Esta mezcla de sensaciones hace que en muchos casos sea muy difícil enfrentar con claridad y temple el nuevo rol, ya que ahora no solo debes hacer tu trabajo muy bien, sino que también lograr que la gestión de otros, tu equipo, sea el mejor reflejo de tu desempeño laboral.

Te propongo algunos tips que, desde Recursos Humanos, podemos poner en práctica para ayudar a los primerizos líderes de nuestras organizaciones, ya sea que vienen desde el mercado o que han sido promocionados dentro de la empresa.

1. On-boarding de liderazgo

Cada vez con mayor frecuencia, las organizaciones han establecido procesos de on-boarding para sus nuevos líderes. Con independencia de sus habilidades ya desarrolladas, para todo nuevo jefe es clave poder conocer de primera fuente las herramientas de gestión que deberá poner en práctica con su equipo: mediciones de clima, evaluaciones de desempeño y competencias, retroalimentación, fijación de objetivos, formación, entre muchas otras.  Tener la oportunidad de preguntar, cuestionar y conocer qué se espera de él en su nuevo rol es un paso fundamental para comenzar a liderar un equipo.  Sugerencia: agrega mucho valor que este on-boarding sea un taller interno, dictado incluso por los mismos especialistas de RRHH.

2. Mentoring

Todo gran líder tuvo su primer día y pasó por lo mismo que están pasando los nuevos jefes de tu organización. Establecer parejas de mentoring puede ser una buena idea para conectar a profesionales más experimentados en la gestión de equipos con los más nuevos, permitiéndoles compartir experiencias, dudas y aprendizajes en ambas direcciones, lo que a su vez también ayuda a establecer lazos de colaboración entre los distintos niveles de la empresa. Sugerencia: Busca un mentor que no sea el responsable directo de la persona a quien quieres ayudar, para que pueda alimentarse de otras experiencias.

3. Feedback y habilidades clave

Para muchas personas, ser nombrado jefe es el primero de varios ascensos que esperan tener en su vida laboral. Sin embargo, en un gran número de casos, el siguiente paso toma tiempo y hasta más esfuerzo que la primera promoción. Por ello, es importante transmitirle a los nuevos líderes que mantengan el foco puesto en la carrera laboral que quiere realizar, pidiendo constantemente feedback a sus respectivos jefes o a sus contrapartes de RRHH para desarrollar en paralelo tanto las habilidades clave que necesitan en el cargo actual, como también las que se requieren en los niveles superiores de la organización.

4. Que tu equipo sea el reflejo de tu liderazgo

Las profesionales son promovidos a jefatura, en gran parte de las ocasiones, por hacer muy bien su trabajo. El dilema es que nadie les explica que de ahora en adelante no es suficiente con seguir desempeñando muy bien su función, sino que el verdadero desafío es lograr que el funcionamiento del equipo sea el mejor reflejo de su buen desempeño como líder. Por esta razón, nos encontramos a muchos profesionales siguen atrapados en la función de un especialista senior que además de hacer su trabajo, coordina a un grupo de personas. Este cambio de rol lo puedes conseguir mediante cursos de formación, explicando la importancia de las evaluaciones de estilos de liderazgo o rescatando las preguntas de tu mediciones de clima laboral que apuntan al jefe.

Takeaways: El paso a un cargo de jefe de equipo es un momento clave en la vida profesional. Entregarles información, asignarles un mentor, fomentar que sigan desarrollando habilidades para el futuro y explicarles que su éxito depende del desempeño del equipo, son algunos tips sencillos que, desde RRHH, podemos poner en práctica para conseguir que nuestros nuevos líderes se posicionen bien.