“¡Romper paradigmas es cambiar lo que puede y debe ser cambiado!” (Ismael Cala).
Un paradigma es una forma de ver el mundo y de hacer las cosas. Es un modelo o patrón que se sigue casi automáticamente en determinada situación o para resolver un cierto problema.
Los paradigmas son el lente a través del cual percibimos el mundo, y son aceptados sin cuestionamientos pues nos hacen sentir seguros, ya que nos dan la base y un modelo para resolver problemas, y así experimentar la sensación de que avanzamos.
Nuestros paradigmas, correctos o incorrectos, son la forma como nos planteamos ante el mundo y ante los demás, por lo que cuando decidimos cambiarlos, implica modificar la manera de hacer las cosas y de relacionarnos.
Nos movemos en un ambiente (personal, social, laboral), inundado de paradigmas, los que por cierto siempre van a existir, pues se supone que nos sirven para operar y movernos con seguridad y cierta eficiencia.
El problema de los paradigmas es que al ser ideas arraigadas en base a situaciones que ocurrieron en el pasado, ellos muchas veces nos impiden ver los cambios que ha experimentado la realidad y también los nuevos problemas reales o tendencias. Cuando estamos en medio de un paradigma es difícil imaginar otro paradigma.
A nivel empresarial, hay que tener muy en cuenta que toda Empresa es una “selva de paradigmas”, los que condicionan las estrategias, los objetivos, los planes y el cómo se hacen las cosas.
Lo importante es que se logre identificar cuando un paradigma es funcional, y cuando dejó de serlo. Su funcionalidad tiene que ver con si en el momento presente es coherente, lógico, si refleja una situación real y si permite solucionar los problemas que se supone soluciona.
Por el contrario, un paradigma pasa a ser disfuncional, cuando en el momento presente se constata que ya no refleja la realidad y que ya no aporta a la solución de los problemas asociados.
A este respecto, el identificar los paradigmas disfuncionales al interior de una Organización y cambiarlos, es tal vez uno de los principales desafíos que tienen hoy en día sus gestores; el que no está exento de dificultades, entre otras cosas porque cambiar dichos paradigmas es un asunto de toma de consciencia. Esto implica activar e integrar el “darnos cuenta”, y por cierto tener el coraje para ir “contra la corriente”, desafiar el status quo y mover la “energía organizacional” para sacar a las personas de una zona de confort arraigada y plasmada en la cultura interna.
“El secreto del cambio es centrar toda tú energía, no en luchar contra lo viejo, sino en construir lo nuevo (Sócrates).
Vinculando lo anterior con el tema del liderazgo, vemos que en las Empresas de hoy se han “hecho carne” ciertos paradigmas abiertamente disfuncionales, que condicionan y coartan a los “aspirantes a líderes” para que se consoliden como tales. A continuación detallo algunos hoy vigentes y que afectan la generación de líderes de verdad; contrastados con el nuevo paradigma que se debería instalar.
– El principal problema de las Empresas es la productividad y competitividad v/s El principal problema de las Empresas es la falta de consciencia.
– El objetivo central de una Empresa es generar utilidades (“Ganar el máximo posible, al menor costo posible y en el menor tiempo posible) v/s El objetivo de una Empresa es generar valor a toda su cadena asociada (accionistas; empleados; clientes – proveedores y entorno social).
– Los Gestores de una Empresa deben poner el foco prioritario en los números v/s Los Gestores de una Empresa deben poner el foco prioritario en las personas.
– Las personas son un recurso que puede ser cambiado o desechado para optimizar costos v/s Las personas son nuestro principal activo y lo último que se toca cuando hay problemas.
– La cultura organizacional se alimenta de escritos y discursos oficiales v/s La cultura organizacional se alimenta de acciones y de un hacer compartido.
– Hay que estar permanentemente cambiando pues todo cambio es bueno v/s El único cambio que sirve es el cambio consciente.
– Un líder se hace incorporando conocimientos, teorías y conceptos v/s Un líder se hace trabajándose interiormente.
– El liderazgo se enseña v/s El liderazgo se aprende.
– El liderazgo se funda en la capacidad de hacer y tener v/s El liderazgo se funda en la capacidad de Ser.
– El liderazgo se asocia a los cargos y a la autoridad v/s La semilla del liderazgo la llevan dentro de sí todas las personas.
– Hay muchos estilos teóricos de liderazgo v/s No hay estilos de liderazgo, sino uno solo; el de cada persona.
– Las Empresas deben estructurarse y relacionarse verticalmente v/s Las Empresas deben promover la horizontalidad en todos los niveles.
-Hay que incentivar la competencia al interior de la Organización v/s Hay que incentivar la colaboración al interior de la Organización.
– Hay que gestionar en base a metas de corto plazo v/s Hay que gestionar en base a objetivos de medio y largo plazo.
– Hay que definir muy bien los “Que” v/s Hay que definir los “Que” alineados con los “Como”.
– Para que las cosas funcionen hay que presionar mediante la “cultura del látigo” v/s Para que las cosas funcionen hay que generar un espacio amable y construir confianza.
– Hay que promover la velocidad a todo evento v/s Hay que promover la agilidad desde un fondo de quietud y serenidad.
– Para ascender en la Organización se requiere capacidad para generar resultados v/s Para ascender hay que saber generar resultados y saber gestionar personas.
– Para seleccionar prospectos de futuros líderes hay que poner foco en los títulos, estudios y conocimientos v/s Para seleccionar hay que poner foco en la integridad personal.
– La empresa es una Unidad de Negocio v/s La empresa es una Comunidad de Personas.
En relación a lo ya comentado, la gran pregunta que nos debemos hacer todos los que trabajamos o nos vinculamos de una u otra forma con el mundo empresarial es : ¿ Cómo podemos generar Empresas más humanas y con espacio para que florezcan liderazgos conscientes?.
La respuesta sin duda debería ser: rompiendo y cambiando paradigmas disfuncionales; haciendo anormal lo que hoy se considera normal. Atreviéndonos en definitiva a hacer algo sustancialmente distinto a lo que se ha hecho hasta ahora.
Takeaways: Si queremos de verdad generar espacio para que aparezcan y florezcan auténticos liderazgos al interior de las Organizaciones, debemos empezar por reconocer los paradigmas disfuncionales que lo bloquean, y a partir de ello iniciar un proceso de cambio consciente.