Las organizaciones buscan constantemente crear equipos de personas que permanezcan motivados y creciendo a largo plazo. Es por esto que los esfuerzos de los equipos de Recursos Humanos están enfocados en los procesos de captación de nuevos talentos, así como en la retención del existente.
La gestión estratégica del talento humano es clave para toda organización puesto que las personas son el activo más importante. Son varias las razones por las que las empresas están hoy implementando un plan de gestión de talento, algunas de ellas son:
- Ayuda a mejorar el rendimiento y los resultados.
- Ayuda a mantenerse competitivo en el mercado.
- Impulsa la innovación dentro de los equipos y procesos.
- Motiva la formación constante y, en consecuencia, genera más equipos productivos.
- Reduce considerablemente la rotación de personal.
- Potencia la marca empleadora de la empresa.
- Motiva a otros a seguir creciendo.
Más que un desafío, la gestión de talento se ha convertido en una prioridad. Si bien el estudio de Randstad Chile 2020-2021 sobre “Tendencias anuales de recursos humanos”, hace mención a que dentro de los beneficios que generan retención de talento está el desarrollo de carrera (83%), los salarios competitivos (82%) y las condiciones de trabajo flexible (72%). El desarrollo de carrera se mantiene como tendencia fuerte para 2022.
Por su lado, la consultora Mercer, de acuerdo con un reporte de 2021 sobre talento profesional solamente en Estados Unidos, el 34% de las empresas están invirtiendo activamente en fortalecer las habilidades de los trabajadores y las trabajadoras.
En el siglo XXI, la fuerza laboral busca y se adapta a los cambios del tiempo. Motivo por el cual invertir en robustecer competencias mediante planes de formación sigue siendo una de las mejores maneras de aumentar las necesidades de crecimiento y ambiciones de los colaboradores. Poniendo a los equipos de gestión de talento bajo el rol de habilitadores del cambio.
La incorporación de los idiomas en la preparación de los talentos
La formación y el desarrollo de los colaboradores incluyen cualquier actividad que ayude a los colaboradores a adquirir nuevos conocimientos, habilidades y/o actitudes que permitan a los equipos de trabajo a prepararse frente a nuevos contextos y responsabilidades.
Los idiomas son un elemento importante por considerar dentro de la gestión de talento, ya que, ya sea formarse o mejorar el desempeño en un idioma específico, ayuda a adquirir competencias para la vida personal y profesional, así como al éxito de la compañía.
La directora de Robert Half Chile, Karina Pérez, comenta que «el mercado laboral enfrenta una escasez de profesionales que hablen inglés y, según nuestra experiencia a la hora de realizar procesos de selección, hemos comprobado que las empresas están dispuestas a pagar hasta un 30% más a una persona que domine ese idioma».
Tanto en empresas nacionales como internacionales, aquellas donde se incorpore una formación en idioma es una estrategia que también promueve la diversidad y la inclusión, ya que son elementos de mucha demanda por parte de profesionales, aportando bienestar individual y, además, beneficios organizacionales. Es un ganar-ganar.
En el caso del aprendizaje del inglés, desde 2015 los adultos de 30 años han mejorado su nivel de inglés tres veces más que los de 21 a 25 años, según el informe de EF sobre el índice del dominio de inglés; en el que también se confirma la no creencia a la idea de que existe una edad ideal o un límite para poder aprender un nuevo idioma: «cuando los adultos están motivados por las ganancias sociales y económicas, y se exponen regularmente al inglés en una variedad de situaciones prácticas, también pueden mejorar sus habilidades».
Una empresa que invierte de manera inteligente, planificada y estructurada en el aprendizaje y desarrollo de las personas, fomenta y suma dentro de sus fortalezas la permanencia y un ambiente laboral sano.
Takeaways: Incluir la capacitación del inglés como parte de la formación y desarrollo en tu gestión de talento, trae numerosas ventajas para los colaboradores y la empresa porque se traduce en: mejoras de desempeño, bienestar laboral, productividad y una mayor competitividad frente al mercado local e internacional.