Es innegable el impacto que la pandemia de COVID-19 ha tenido en el contexto organizacional. 2021 representó un cambio radical en la manera de llevar una empresa.

Hay quienes están acogiendo estos cambios y utilizándolos para reimpulsar sus estrategias y crear una empresa moderna y adaptada. Otros, en cambio, siguen buscando la manera de acoplar estos nuevos paradigmas a su organización.

Además, existen otros factores que alientan a estos profundos cambios, tales como la desigualdad, la escasez de mano de obra, complejos panoramas políticos y el sostenido avance tecnológico.

Los líderes de las empresas necesitan encontrar herramientas nuevas que les permitan encaminar a sus colaboradores por este nuevo rumbo.

Estas son algunas tendencias en liderazgo que debe poner en práctica todo ejecutivo si pretende tener un 2022 exitoso.

Priorizar el bienestar físico y mental

En el mundo de hoy cada vez es más evidente la importancia de la salud no solamente física, también mental, en el desarrollo de las actividades diarias.

Se estima que existen millones de empleados con depresión causándoles pérdidas significativas a las organizaciones.

Este cambio debe empezar desde arriba. Los trabajadores con puestos más altos en la escala jerárquica son los que deben dar el ejemplo y priorizar ante todo el bienestar físico, emocional, mental y espiritual.

Ya no tienen sentido las jornadas laborales demasiado rígidas y con horarios inflexibles. Las personas necesitan tiempo durante el día para distenderse y ocuparse de sí mismos.

Cualquier ejecutivo que no entienda este aspecto como parte fundamental para el cumplimiento de sus objetivos no está preparado para asumir el liderazgo en los tiempos actuales.

Invertir en el desarrollo de nuevas habilidades

Más de la mitad de los trabajos realizados a día de hoy por las personas serán automatizados en las décadas venideras.

Esto genera una gran incertidumbre acerca de cómo será la fuerza laboral en el futuro. Es una situación que puede generar estrés en el personal, algo que va muy de la mano con el aspecto anterior.

Es por ello que capacitar a los empleados es una buena manera de asegurar su vigencia en el tiempo y alargar sus años de productividad.

Proponga el aprendizaje de nuevas tecnologías. También, el mejorar y adquirir habilidades puede ser propiciado por la rotación de personal y la asignación de nuevas responsabilidades.

Las tutorías en materia de coaching y liderazgo son indispensables para el empleado del futuro.

Encarar las desigualdades

No hay razón para que un ejecutivo tenga un salario 100 veces mayor que el empleado que hace el trabajo diariamente.

Es el momento de sincerar los esquemas jerárquicos, analizar la relevancia de cada puesto y reducir las brechas que se generan entre un escalón y el otro.

Las empresas caen frecuentemente en el error de trabajar únicamente pensando en maximizar las ganancias de los accionistas.

Esta filosofía es muy peligrosa en cuanto a lo que termina ocurriendo con el personal en relación a sus beneficios.

Una buena manera de encarar este tema es fomentando el trabajo compartido entre los diferentes niveles.

Que los mismos directivos conozcan y entiendan la relevancia y el desgaste que representa el realizar las acciones de los niveles más bajos ayudará a crear un esquema más justo para todos.

Construir una infraestructura tecnológica

Estamos en el mejor momento de la historia para adoptar un esquema más tecnológico.

Las empresas que no evolucionen a la par de la tecnología quedarán muy rezagadas en el contexto competitivo.

Es hora de analizar profundamente cuáles son los objetivos en el corto, mediano y largo plazo. Con esta información se debe crear una ruta de acciones que desencadene en la evolución tecnológica de la compañía.

Hazte preguntas como «¿Qué tecnologías necesitamos ahora?», «¿Cuáles nos vienen bien de cara al futuro?», «¿Cómo podemos construir un sistema que pueda cambiar a medida que cambia el ambiente?».

Conviértete en un experimentador

No tengas miedo de ser disruptivo y de atreverte a probar nuevos mecanismos y sistemas.

Si algo nos han enseñado los últimos años es que las cosas pueden cambiar radicalmente de un día a otro. La única manera de adaptarse rápidamente a las situaciones inesperadas es teniendo capacidad de reacción, que se construye mediante la experimentación.

Este ejercicio tiene la gran virtud de convertir a tu empresa en una organización capaz de aprender, innovar, adaptarse y crecer; cualidades indispensables para la sostenibilidad en el tiempo.

Profundizar el liderazgo colectivo

Cada vez más, el liderazgo está dejando de ser una cualidad individual para convertirse en un tema colectivo.

El liderazgo está muy definido por el nivel de influencia y no tanto por el nivel jerárquico. Esto, por contradictorio que parezca, fomenta en los colaboradores la sensación de que el mejoramiento y la adquisición de nuevas habilidades es enteramente su responsabilidad.

Como cabeza de una organización, fomenta, mejora y alienta el liderazgo colectivo. Es una manera de incrementar el valor que aportan tus empleados.

Realiza una medición efectiva

Al final del año, enfócate en conseguir herramientas que te ayuden a medir el impacto de las medidas que aplicaste en cuanto a liderazgo.

Analiza cómo este trabajo se transformó en un mejor rendimiento y descubre los aspectos a mejorar y atender para el año siguiente.

Hacer un buen análisis de los datos recabados es fundamental para que un proceso de liderazgo tenga sentido.

Es absurdo llevar adelante todo un trabajo si al final no se tienen herramientas para medir su verdadero impacto.

Takeaways: El 2022 seguirá siendo un año de cambios. Las organizaciones modernas que pretendan perdurar en el tiempo deberán propiciar estrategias de liderazgo que les permitan evolucionar de cara al futuro. Es vital atender el bienestar de los empleados, invertir en el desarrollo de nuevos conocimientos, encarar las desigualdades, apoyarse en la tecnología, experimentar con nuevas estrategias, auspiciar el liderazgo colectivo y saber medir tus resultados en cuanto a liderazgo al final del año.