La forma en que las organizaciones se adaptan a los desafíos que se presentan en el día a día es un sello distintivo en la forma de trabajo de cualquier entidad, sin importar el rubro de ésta ni el tipo de propósito por el cual se guíen.

Hace alrededor de un siglo y medio, el gran biólogo Charles Darwin revolucionó el estudio de la vida sobre la Tierra con su teoría de la evolución a través de la variación y la selección natural. Esta puede resumirse en su célebre cita: «No son las especies más fuertes las que sobreviven, ni aun las más inteligentes, sino las más proclives al cambio».

En biología, la adaptación es un proceso natural que experimentan los organismos inconscientemente. En cambio, la adaptación organizacional es un trabajo consciente, guiado por un propósito, y que, además, resulta arduo. De hecho, es tan psicológica y socialmente difícil y demandante que puede resultar peligrosa para aquellos que la promueven, debido a la resistencia que genera. Esa resistencia proviene de la tendencia al equilibrio que exhiben los seres vivos, y también las organizaciones, pero ella es menor en la medida que su capacidad adaptativa sea mayor. De ahí la importancia de tratar de aumentar la capacidad adaptativa, que no es la capacidad de cambiar por cambiar, sino la de cambiar guiado por un propósito que genere progreso.

Cuando miramos a las organizaciones no como un sistema mecánico, sino como el sistema social que realmente son, compuesto esencialmente por seres humanos, podemos aproximarnos a entenderlas holísticamente desde cinco dimensiones: propósito, estrategia, estructura, cultura y talento. Aumentar la capacidad adaptativa supone permitir que las personas, que son parte de la organización, desplieguen cada vez más su potencial, lo que se logra a través de una estructura flexible, una estrategia abierta a la experimentación, un talento que juega en equipo, una cultura que permite enfrentar los desafíos y no evadirlos, y un propósito que inspira y convoca.

“Nunca en la historia hemos experimentado una velocidad de cambio como la que hoy vivimos, y que se sigue acelerando. De ahí que la Capacidad Adaptativa ha pasado a ser la principal ventaja competitiva de una organización. Así lo entendemos, y por eso la estudiamos, la trabajamos y la medimos, de modo que las empresas pongan foco en ella, sepan cuál es su nivel actual y puedan aumentarla”, afirma Juan Carlos Eichholz, socio fundador de CLA Consulting.

Entendiendo la importancia que tiene la habilidad de evolucionar ante un entorno en constante cambio, se está realizando el tercer estudio para conocer la capacidad adaptativa de las organizaciones en Latinoamérica, donde se busca entender de qué manera los líderes y sus entidades abordan los cambios y afrontan los desafíos y oportunidades que presenta un mundo en constante transformación.

A través de una encuesta individual y completamente confidencial, se busca conocer la cultura de la organizaciones, desde la forma en que se toman las decisiones, la recepción que existe al proponer cambios o entregar distintas visiones, hasta la manera en la que se afrontan los desafíos y cuál es el plan de acción con el que trabajan.

El estudio se está realizando desde el 22 de marzo y se puede participar haciendo click en la siguiente imagen:

https://questionpro.com/t/ATVw1ZwjEr?ID=CHR

Takeaways: En conclusión, la capacidad adaptativa es una habilidad imprescindible para lograr la evolución dentro de las organizaciones: es un requisito que -cualquiera que quiera sobrevivir en el transcurso del tiempo- deberá preocuparse de trabajar de manera grupal y, por esa razón, este estudio revelará importantes hallazgos con respecto a la realidad actual del continente.

Artículo original de CLA Consulting, consultora internacional de alta dirección experta en cambio organizacional.