En tiempos de incertidumbre, decidir dónde poner las energías y los recursos no es una tarea fácil. Para el área de recursos humanos significa implementar nuevas prácticas, que permitan a los colaboradores realizar su trabajo en las mejores condiciones posibles para cubrir las necesidades de la empresa. Esta adecuación a la realidad COVID-19 no es ni más ni menos que gestionar el cambio. Esto significa garantizar el ajuste permanente de la empresa a su entorno.

En otras palabras, ser capaz de impulsar las transformaciones internas necesarias para que la empresa responda rápidamente a los cambios externos, en este caso a todas las consecuencias que la pandemia nos impuso.

En la práctica

La gestión del cambio es un disciplina compleja, quizás la más difícil de todas las funciones de una organización. Es la que trabaja directamente con los corazones y la inteligencia de las personas en la empresa, ámbitos bien conocidos por recursos humanos.

Uno de los grandes errores es pensar que la gestión del cambio sólo se trata de comunicación, capacitación y coordinación de reuniones.  Es mucho más que eso e implica lo siguiente:

  1. Anticiparse a la versatilidad del entornoI
  2. Identificar las prioridades
  3. Realizar un diagnóstico
  4. Diseñar un plan de acción sobre una serie de factores o ejes del cambio en cuestión
  5. Gestionar a las personas para el cambio
  6. Planificar y elaborar las intervenciones (aquí si va la capacitación y comunicación, entre otras)
  7. Implementación
  8. Seguimiento
  9. Cierre.

Es importante señalar que antes del cierre de un proceso de gestión del cambio empieza otro, los cambios son permanentes. Antes de la pandemia, algunas organizaciones ya habían tomado conciencia de la importancia del cambio. Y en multinacionales como Bayer, ya cuentan con un vicepresidente de Gestión del Cambio.

Un estudio realizado en 2014 por el Economist Intelligence Unit, analizó 461 empresas de países europeos y señaló que el 43%de los colaboradores considera que su compañía tiene muchas ideas de cambio, pero que carece de la capacidad de ejecución.

En este escenario recurrir a las ya conocidas y probadas metodologías de gestión del cambio, no responderán al enorme impacto que se ha producido en la forma de trabajar. Debemos evitar aplicar antiguas recetas y en su lugar, adoptar los nuevos tiempos. Estamos hablando de “transformación”, un nuevo planteamiento interno y externo en las relaciones, gestión y procesos.

Es importante que las organizaciones tengan una oficina para la gestión del cambio, donde todos los proyectos confluyan y estén organizados, de tal manera de contar con una capacidad de ejecución permanente del cambio, que hará la transformación más rápida, más completa y más sostenible. Recursos humanos es el candidato perfecto para incorporar en su estructura una unidad permanente con las habilidades necesarias para gestionar el cambio, ¿por qué no?.

Takeaways: Tamara Carrizo experta en RRHH, propone algunas estrategias basadas en la revisión de distintas investigaciones sobre las estrategias que los líderes deben implementar en tiempo de crisis.