Sabías que conocer tu cronotipo te permite sacar mayor provecho y ser más productivo en tu jornada laboral. Las investigaciones han demostrado que todas las personas tienen un momento del día donde se sienten con mayor energía y entusiasmo, además con mayor creatividad y la lucidez necesaria para encarar las tareas laborales más complejas. Para optimizar mejor tu productividad deberías conocer si eres: ¿Búho o Alondra? Pues bien, en esta columna te daré algunas señales de tu cronotipo para que te vuelvas aún más productivo.

Lo primero que debes hacer es entender qué son los ritmos circadianos, una palabra vital para entender cómo rindes. Se trata de ciclos de 24 horas que determinan el sueño, la alimentación, la temperatura corporal y los ciclos hormonales de cada ser humano. Por lo tanto, todos tenemos un ritmo circadiano propio, que va cambiando según las distintas etapas de nuestras vidas. En esa escala de definiciones algunos calificamos como alondras, es decir personas más madrugadoras, que nos levantamos apenas suena el despertador, y por lo tanto nuestra fase de mayor actividad es precisamente durante las primeras horas del día. Sin embargo, a última hora de la tarde estamos ya casi sin pilas. También están las personas más vespertinas o llamadas búhos, quienes por lo general empiezan las jornadas laborales de forma más perezosa y se van activando según pasan las horas.

El tema del sueño y sus ritmos se ha vuelto fundamental a la hora de debatir sobre productividad. Incluso, durante el 2018, el tema se tomó las agenda de varios medios de comunicación, los que han puesto este como un tópico relevante en las pautas. «El sueño es el sustento de todo nuestro bienestar, necesario para recargarnos completamente, ser productivos, creativos y estar verdaderamente conectados durante el día con otras personas y con nosotros mismos«, explicó recientemente Arianna Huffington, fundadora del holding de medios y bienestar que lleva su nombre y autora del libro “La revolución del sueño”. Según ella, durante muchos años el sueño ha sido infravalorado, incluso se le ha considerado un desperdicio de tiempo y al final lo que ha pasado es que le han acabado robando horas para invertirlas en formación, trabajo o relaciones personales. Pero hace ya un tiempo que muchas organizaciones médicas están intentado revertir la situación, dando forma a lo vital que es la cultura del sueño y recuperando la importancia que había perdido. Y quizás este tema se ha vuelto más relevante por la divulgación de la teoría inspirada en los estudios realizados por los investigadores Jeffrey C. Hall, Michael Rosbash y Michael W. Young, quienes fueron galardonados con el Premio Nobel de Fisiología y Medicina en 2017. Ganar ese premio permitió una mayor difusión de sus estudios, donde hablan de la importancia de los ritmos circadianos en el sueño saludable.

Pero no solamente el cronotipo es importante. Según el escritor y conferencista, Daniel Pink quien publicó a principios de 2018, ‘When: The Scientific Secrets of Perfect Timing’ (Cuándo: Los Secretos Científicos del Tiempo Perfecto), un libro que trata sobre la gestión del tiempo existen al día de hoy investigaciones y hallazgos sorprendentes. Por ejemplo, en 2011, Michael Macy y Scott Golder de la Universidad de Cornell analizaron durante dos años 500 millones de tuits de un total dos millones de usuarios en 84 países. La tesis era comprobar el estado de ánimo de estas personas usando el LIWC (en inglés, Búsqueda Lingüística y Contabilización de Palabras), y ver si era diferente por la mañana o por la noche. De una manera espectacular, las emociones positivas se mostraban por la mañana e iban decayendo entrada la tarde. En el libro Pink habla que existe una oscilación diaria de los estados del ser humanos, en cualquier parte del mundo, que se divide en tres partes: peak, bajada y rebote. Es por eso, que en general en términos de toma de decisiones es mucho mejor hacerlo por la mañana que por la tarde. A través de su libro, Pink demuestra que nuestras capacidades cognitivas no se mantienen estables a lo largo del día y que las fluctuaciones son más extremas de lo que pensamos. El tema es ¿por qué? Sucede que cuando nos levantamos, nuestra temperatura corporal es más baja y empieza a elevarse. Así se eleva nuestro nivel de energía y de alerta. Con ellos, nuestra inteligencia ejecutiva: concentración y deducción. Así hasta un peak, que luego comienza a descender por la tarde y se restaura por la noche. Importantes consecuencias de esto se ven reflejadas, por ejemplo, en el horario escolar. Según una investigación realizada en Dinamarca, los resultados de los estudiantes son menores por la tarde. “El timing no lo es todo, pero es esencial”, explica Pink.

Además, el autor asegura que hay dos momentos del día en el que estado de ánimo está en su máximo: cerca del mediodía y otro a las 21 horas. Daniel Pink también destaca otro punto sobre el tiempo y la productividad que tiene que ver con la importancia de tomarse pausas durante el día; esas pausas pueden ir de 1 o 2 minutos, en los cuales se puede dar un pequeño paseo o salir de la oficina para despejar la mente. Más aún, aconseja que si tienes la posibilidad, una pequeña siesta de 10 o 15 minutos te recompondrá para el resto del día. «Los buenos profesionales toman descansos, los malos nunca paran», explica.

Finalmente, el autor de libro asegura que existen dos tipos de seres humanos: los que trabajan mejor de día o «Alondras» y los que se activan durante la tarde-noche «Búho«. Según sus estadísticas, solo el 20% de las personas son Búhos, mientras que el 80 por ciento restante es Alondra. Pink recomienda que la rutina de los «Alondra» comience en la mañana, donde se da el peak, ya que es el momento ideal para realizar trabajos de alta concentración. Durante la tarde baja la intensidad, por lo que es recomendable realizar tareas más rutinarias. Las personas Búho, por su parte, tienen estos mismos ciclos pero al revés.

Takeaway: En los tiempos de hoy es importante saber en qué momento del día te es más fácil rendir, ya sea si eres empleado de una compañía o tienes tu propio emprendimiento. Aquí te entrego algunas claves que te serán muy útiles para optimizar tu productividad.