Estamos prontos a cumplir un año desde que se inició la pandemia por Covid-19, la que movilizó estructuras personales y organizaciones generando transformaciones que, en muchos casos, llegaron para quedarse.

En ese contexto, Siena se valió de sus “Cimientos” fundamentales que consolidan una cultura de confianza, excelencia e innovación, como la clave para atravesar la tormenta. El foco se mantuvo puesto en su misión de generación de impacto positivo, no sólo en el entorno donde desarrolla sus proyectos, sino ante todo, en y con las personas.

Así, en un momento donde lo único cierto era lo incierto, Siena consiguió iluminar el espíritu de equipo como la máxima certeza.

Escuchar, activar y reconocer

Los básicos en la gestión de personas se enaltecieron, con la persona en el centro y cuidando -con extrema atención- las decisiones en relación a tiempos y condiciones de trabajo. De esta manera se contemplaron no sólo cuestiones sanitarias y salariales, sino también acompañamiento desde la potenciación de una comunicación activa y participativa.

Siguiendo la consigna de cuidar a las personas y al negocio, se generó un círculo virtuoso donde todos los colaboradores Siena, desde maestros a ejecutivos, al sentirse priorizados y positivamente involucrados, respondieron con enorme compromiso hacia la compañía.

“La clara convergencia del doble cuidado, persona y negocio, fue la clave en la gestión de RH durante este 2020. Mantener el equilibrio entre ambas dimensiones es y será fundamental para los tiempos que se avecinan, buscando el desarrollo integral de persona, organización y negocio. Una persona cuidada, empoderada y que percibe sus posibilidades de desarrollo reales, es una fuente de valor potenciado para la organización”, destaca Jimena Cueto, Gerente de Recursos Humanos de Siena.

La dinámica de comunicación se basó en un contacto regular de la gerencia general -con las previsiones sobre las decisiones en relación a la emergencia-; una información a medida de líderes para su cascadeo; una línea abierta (Aló Siena) con atención directa desde Recursos Humanos para resolver todo tipo de consultas sobre la operación y la pandemia; grupos de whatsapp por cada sitio de trabajo; y la red colaborativa Alma como base de contenidos, reconocimiento a áreas y personas, y difusión participativa de la vida de la organización.

A esto se sumó una encuesta de escucha y grupos foco de profundización, con respuesta activa e inmediata a las necesidades planteadas: envío de sillas y monitores, clases virtuales de elongación y fitness, agendas semanales de ocio y cultura, charlas con profesionales de la salud y organización del hogar y entre todos, se generó un nuevo acuerdo de convivencia para proteger una productividad equilibrada ante la nueva modalidad laboral en mix virtual y presencial.  Además, se sentaron también las bases de un programa de voluntariado interno, como “Red de apoyo mutuo”, para movilizar el talento y la vocación solidaria desde y para el 100% de los colaboradores.

Continuar en movimiento

A pesar del largo confinamiento, la vida Siena siguió y gracias a inversiones previas en sistemas, digitalización, plataformas de colaboración y adopción de nuevas metodologías de diseño y gestión, el espíritu de equipo pudo hacerse evidente en la continuidad operacional. ¿La muestra? La aceleración de los proyectos al recuperar la actividad, el bajo ausentismo, el respeto a los protocolos sanitarios y una muy buena performance en los resultados, y la calidad constructiva y de servicio.

El marco estratégico actuó como norte aglutinador, impulsando el trabajo colaborativo, la eficiencia, la innovación, la calidad de vida y la sustentabilidad, demostrando que humanidad y performance, construyen juntas.

Takeaways: Los desafíos que planteó la pandemia fueron enormes. A nivel organizacional, la respuesta desde el cuidado de la persona, la comunicación abierta y la animación de los distintivos culturales surge como la clave para fortalecer el espíritu de equipo ante la adversidad y en contextos que, aún al virtualizarse, no pierden humanidad.