Tus días están llenos de un flujo constante de decisiones. Un estudio de la Universidad de Columbia descubrió que estamos empantanados por unas buenas 70 decisiones al día.

Algunas decisiones son menores, como qué comer, qué ruta conducir al trabajo o en qué orden abordar las tareas. Otros son más difíciles, como decidir entre dos ofertas de trabajo, si mudarse a una nueva ciudad para alguien a quien ama o si eliminar a una persona tóxica de su vida.

Con tantas decisiones que se toman cada día, aprender a priorizarlas y tomarlas de manera efectiva es esencial para su éxito y felicidad.

Convierten pequeñas decisiones en rutinas …

La toma de decisiones funciona como un músculo: a medida que lo usa a lo largo del día, se agota demasiado para funcionar de manera efectiva. Una de las mejores estrategias que usan las personas exitosas para evitar la fatiga de las decisiones es eliminar las decisiones más pequeñas convirtiéndolas en rutinas. Hacerlo libera recursos mentales para decisiones más complejas.

Steve Jobs usó un suéter de cuello alto negro para trabajar todos los días. Mark Zuckerberg todavía usa una sudadera con capucha. Ambos hombres han declarado que estas imágenes icónicas son el simple resultado de las rutinas diarias destinadas a reducir la fatiga por tomar decisiones. Ambos eran conscientes de nuestra limitada capacidad diaria para tomar buenas decisiones, al igual que Barack Obama, quien dijo: «Verán que solo uso trajes grises o azules. Estoy tratando de reducir las decisiones. No quiero tomar decisiones sobre lo que estoy comiendo o usando, porque tengo muchas otras decisiones que tomar «.

… y toma grandes decisiones por la mañana

Otra excelente manera de vencer la fatiga de las decisiones es guardar las pequeñas decisiones para después del trabajo (cuando la fatiga de las decisiones es mayor) y abordar las decisiones complejas por la mañana, cuando su mente está fresca. Cuando te enfrentas a una serie de decisiones importantes, un gran truco es levantarte temprano y trabajar en tus tareas más complicadas antes de que te golpeen con un montón de decisiones menores que te distraen (los teléfonos suenan, los correos electrónicos entran). Una estrategia similar es hacer algunas de las cosas más pequeñas la noche anterior para tener una ventaja al día siguiente. Por ejemplo, diseñe su atuendo por la noche para que ni siquiera tenga que pensar en ello cuando se despierte.

Prestan atención a sus emociones

Hay un viejo dicho: «No tomes decisiones permanentes basadas en emociones temporales», y definitivamente suena cierto. Las personas exitosas reconocen y comprenden sus emociones (incluida su intensidad e impacto en el comportamiento) para poder ver las decisiones de la manera más objetiva y racional posible.

Desafortunadamente, la mayoría de las personas no son buenas para manejar o incluso reconocer sus emociones. TalentSmart ha probado a más de un millón de personas y ha descubierto que solo el 36% de nosotros somos capaces de identificar con precisión nuestras emociones a medida que ocurren. Los tomadores de decisiones fuertes, por otro lado, saben que el mal humor puede hacerlos arremeter o desviarse de su brújula moral tan fácilmente como un buen humor puede hacerlos demasiado confiados e impulsivos.

Evalúan sus opciones objetivamente

Cuando están realmente envueltos en una decisión, las personas exitosas comparan sus opciones con un conjunto predeterminado de criterios porque saben que esto hace que la toma de decisiones sea más fácil y efectiva. Aquí hay algunos criterios útiles a considerar: ¿Cómo me beneficia esta decisión? Como me duele ¿Cómo beneficia esto a ? ¿Cómo duele ? ¿La decisión refleja mis valores? ¿Me arrepentiría de haber tomado esta decisión? ¿Me arrepentiría de no haber tomado esta decisión? ¿Esta decisión refleja mis valores?

Duermen sobre él …

Dormir en su decisión asegura que tendrá claridad de pensamiento cuando se acerque a ella al día siguiente. También da tiempo para que sus emociones sigan su curso. Cuando actúa demasiado rápido, tiende a reaccionar, pero cuando presta más atención y tiempo a su decisión, expone aspectos importantes de la misma que no veía antes.

… pero no por mucho tiempo

Las personas exitosas conocen la importancia de recopilar la mayor cantidad de información posible, pero al mismo tiempo, se aseguran de no ser víctimas de la parálisis del análisis. En lugar de esperar a que las lunas se alineen, las personas exitosas saben que deben seguir un calendario para tomar una decisión. Una vez que establecen esa fecha, están motivados para hacer su tarea y un examen de conciencia para cumplir con la fecha límite.

Usan el ejercicio para recargar

El estrés de una decisión importante produce naturalmente cortisol, la sustancia química que desencadena la respuesta de lucha o huida. El cortisol nubla su capacidad para pensar con claridad y racionalidad. Cuando se sienta estresado por una decisión, intente hacer ejercicio. Tan solo 30 minutos es todo lo que se necesita para obtener un buen zumbido alimentado por endorfinas y volver a la claridad mental. La investigación muestra que el ejercicio a largo plazo mejora el funcionamiento general de las regiones del cerebro responsables de la toma de decisiones.

Siempre vuelven a su brújula moral

Las personas exitosas conocen la importancia de ceñirse a la moral al tomar una decisión importante. La moral sirve como guía confiable cuando sus emociones lo empujan en una dirección diferente.

Buscan consejo externo

Cuando nos acercamos a una decisión, tenemos una tendencia natural a elegir una alternativa y luego recopilar información para respaldar esa decisión, en lugar de recopilar información y luego elegir un lado (esto se llama sesgo de confirmación). Una excelente manera de vencer el sesgo de confirmación es buscar opiniones y consejos externos de personas que aporten diferentes perspectivas a su situación. Sus perspectivas le ayudan a sopesar sus opciones de forma más objetiva y a detectar sus tendencias subjetivas o irracionales.

Reflexionan sobre decisiones anteriores

Mark Twain describió la naturaleza complicada de la toma de decisiones de la siguiente manera: «Las buenas decisiones provienen de la experiencia, pero la experiencia proviene de tomar malas decisiones». Esto no quiere decir que la única forma de convertirse en un gran tomador de decisiones sea cometer muchos errores; simplemente significa que es importante tener en cuenta las decisiones pasadas. Las personas exitosas son lo suficientemente conscientes de las decisiones pasadas como para usarlas en su beneficio cuando surge algo similar.

Reuniéndolo todo

Con repercusiones que pueden durar días, semanas e incluso años, tomar buenas decisiones es un esfuerzo que vale la pena todo su tiempo y energía.

Artículo original de we forum.