Desde hace algún tiempo y sobre todo en la actualizadas, la inmensa mayoría de las compañías están inmersas en un proceso de transformación. Y es que alrededor de un 85% de todas las organizaciones a nivel mundial están acometiendo cambios, principalmente, relacionados con la tecnología digital. Y, producto de que más de un 60% de ellas no tienen éxito en dicho proceso o bien no logran los resultados esperados, es que se hace necesario dar respuesta a temas que son claves para llevar a cabo una transformación digital exitosa.

¿Por qué fracasan los cambios? Existen diversas razones por las que las transformaciones se frustran, pero las principales son: la falta de compromiso de la Alta Dirección con el proceso, la resistencia de las personas a cambiar y la cultura de la empresa. Sin duda el papel de la dirección es crítico para el éxito de los proyectos de transformación, tal y como también aseguran todos los centros de investigación y conocimiento sobre la gestión del cambio. Además de esto, es importante considerar que una empresa que quiera realizar con éxito una transformación tendrá que crear la necesidad de cambiar y gestionar las resistencias que siempre surgen. Por último, en numerosas ocasiones se tiende a olvidar la cultura de la empresa. Deberíamos estar convencidos de que el principal reto de las organizaciones no es la digitalización de sus negocios (ese es el medio), sino que el fin es la transformación de su cultura; es decir, que la gente haga otras cosas y de otra manera.

¿Cómo se logra cambiar la cultura de una organización? “Nada cambia si no cambian los comportamientos de las personas”. Y es que el cambio es una puerta que se abre desde dentro de cada uno de nosotros, y es cada individuo el que decide abrirla o dejarla cerrada. Según Kurt Lewin y su “modelo de los tres pasos”, toda la cultura es el resultado de un equilibrio entre las fuerzas que impulsan y las fuerzas restrictivas. Básicamente, la idea que propone es: 1) descongelar valores antiguos a través del reforzamiento de las fuerzas que favorecen el cambio y debilitando las que lo dificultan; 2) cambiar valores trazando un proyecto claro de implementación del cambio, comunicándolo a todos, planeando retos atractivos que inciten a moverse y entrenándolos en las nuevas habilidades; y 3) recongelar estos nuevos valores y comportamientos convirtiéndolos en regla general para que se arraigue en las personas y la nueva situación sea permanente.

Por último, ¿qué ingredientes son indispensables para lograr una transformación exitosa? Es necesario ser conscientes de que una transformación no es un acontecimiento aislado, sino un proceso, una gradual y progresiva sucesión de acontecimientos que, siguiendo unos principios y reglas fundamentales, conducen a un objetivo. Por ende, en la alquimia del cambio se deben mezclar tres ingredientes básicos: una dosis de dolor o malestar con la situación actual, otra de remedios que son soluciones o facilitadores del cambio, y otra de arquitectura del cambio que es el conjunto de personas, metodología, soportes y acciones detalladas que van a permitir alcanzar la situación deseada. Entendiendo correctamente estas tres interrogantes y considerándolas clave para el logro de una transformación exitosa, es que las posibilidades de que el cambio sea exitoso aumentan considerablemente.

Fuente: Harvard Deusto Business Review – El Rol del líder en la transformación digital.