Icono del sitio HR Connect

Quienes son los retestinados y cómo combatirlos en tu trabajo

El retestinado es un inconformista reactivo. Aquella persona que, por definición, está en contra de todo pero que no hace nada (más allá de quejarse) para cambiar, y ve pasar la vida desde su sofá con el morro torcido ante la injusticia global.

La responsabilidad de todo lo que le pasa nunca es suya, está en agentes externos: el tiempo, el mundo, la globalización, la empresa, su jefe, sus compañeros, el de RRHH, su madre, sus hijos, el mercado laboral, un comentario en Linkedin, la vida, que es así …

El retestinado es reactivo, salta ante cualquier estímulo para repartir negatividad a su alrededor y no puede soportar el éxito ajeno, aunque no hace nada para cultivar el éxito propio.

Es ese amigo que siempre dice que no al restaurante que propones para ir a cenar pero que nunca ofrece otra alternativa, es ese hermano del eterno “yo nunca, siempre ellos” o el compañero de trabajo que se queja porque las cosas no cambian “aquí las cosas se han hecho siempre así” o porque cambian “¿un brainstorming para innovar? que nos dejen trabajar”, se queja si hay algún incentivo “¿Cesta de navidad? Venga a gastar dinero en vez de subir los sueldos” pero también si no lo hay “¿Que no hay cesta de navidad? Esta empresa no puede ser más cutre, que vergüenza”.

El ecosistema de los retestinados ha proliferado los últimos años gracias a la plataforma y el relativo anonimato que les ofrecen las redes sociales, perfectas para dar rienda suelta a sus críticas cero constructivas.

¿Cómo combatir la retestinación?

Los retestinados son tóxicos, les reconocerás porque siempre llevan sobre sus cabezas una nube negra y gafas de sol, por eso, lo ven siempre todo negro. Cuando te cruces con uno, lo mejor que puedes hacer es dejar todo lo que tengas y huir campo a través.

 Hay muy pocas cosas sobre las que no podamos hacer absolutamente nada, y en esos casos como decía Víctor Frankl “si no puedes cambiar una situación el desafío consiste en cambiarnos a nosotros mismos”.

Ahí van cinco consejos contra la retestinación con ejemplos cotidianos:

En definitiva, que ser o estar retestinado estoy segura que consume vida, así que nademos en un vaso medio lleno en el que cada brazada nos lleve más rápido a conseguir nuestras metas, porque, a nadie le gusta tener cerca de un retestinado

Takeaways: Contra la retestinación… proactividad. La vida pasa en un pis pas para vivirla retestinado. Coge las riendas y toma tus propias decisiones, márcate una meta y lánzate a por ella ¿qué haces ahí mirando? Cada uno somos dueños y responsables de nuestra vida. No hay nada peor que ser un retestinado. ¡No te quedes sentado quejándote y esperando a que te digan lo que tienes que hacer, pregúntate que quieres, investiga, muévete y decide por ti mismo.

Imagen de portada creada por Dooder (Empleado enfadado por Dooder – Freepik.com)
Salir de la versión móvil