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¿Estamos listos para el trabajo híbrido?

Es un hecho. El trabajo híbrido llego para quedarse. No importa si la pandemia este lejos o cerca de terminar, el asunto es que el trabajo nunca volverá a ser lo mismo y en todas las organizaciones esta debería ser la pregunta: ¿estamos listos para trabajar de una manera híbrida o mixta?.

Es normal sentir que es un salto gigante. En muchas organizaciones lo que hemos hecho ha sido básicamente sobrevivir a la pandemia y tratar de hacer un ajuste «lo mejor posible» en nuestras formas de trabajo, pero ahora es cuando hay que diseñar un nuevo modelo que rescate lo mejor del trabajo remoto, pero que al mismo tiempo nos permita cuidar los principios y la cultura de las organizaciones, integrar sanamente las nuevas tecnologías, potenciar la colaboración y lograr un mayor equilibrio en la calidad de vida.

Los aprendizajes

Siguiendo los planteamientos de Josh Bersin, hay 10 aprendizajes que debemos tener en cuenta si o si al momento de diseñar un modelo de trabajo híbrido para nuestra organización. Aquí destaco los 3 principales, en mi opinión:

1. El trabajo híbrido es bueno para el negocio.
El 83% de los gerentes desea que los empleados regresen en persona, mientras que solo el 10% de los empleados desea regresar a tiempo completo. A los empleados les encanta la flexibilidad y poder elegir trabajar de la manera que deseen y todas las empresas que han probado la modalidad mixta o híbrida han obtenido resultados positivos, no solo en clima laboral, sino que también en atracción de talento.

2. El trabajo híbrido tiene muchas dimensiones
El trabajo híbrido significa más que trabajar en casa. Significa considerar la ubicación, el tiempo, el modelo comercial y más. Aquí hay algunas dimensiones a considerar.

3. Cuidar en la cultura
El trabajo híbrido te obliga a hablar de cultura. ¿Por qué? Básicamente porque ya no tienes a todo el mundo bajo el mismo techo. La cultura se crea a través de prácticas laborales, comportamientos de gestión, sistemas de recompensa y cuánta flexibilidad proporciona. Es importante discutir estas cosas para que la gente sepa qué se espera de ellos y qué no está permitido.

De hecho, la colaboración puede verse afectada cuando la gente entra en la oficina. Muchos clientes nos dicen que sus empresas se volvieron mucho más conectadas, colaborativas y empáticas durante la pandemia. Cuando la gente regresa a la oficina, algunos nos dijeron que la gente se acurrucaba en sus cubos y volvía a las viejas costumbres. Tú, como líder empresarial o de RR.HH., debe gestionar esto a tu favor.

El desafio de la desconexión

La otra dimensión relevante, es hacerse cargo del desafío de conseguir la desconexión en el trabajo híbrido, en especial para conseguir un mejor balance entre vida personal y laboral.

Siguiendo las sugerencias de Mckinsey, hay dos grandes puntos en cuanto a la desconexión y los dos son responsabilidad de las empresas:

El desafío del trabajo híbrido es real y debe tomarse con mucha cautela. Al final de todo, la recomendación es postergar las definiciones que suenen a un modelo definitivo y en su lugar, tomar medidas transitorias que ayuden a descubrir cuál es el mejor modelo para tu organización. Experimentar, probar, escuchar a los empleados y hacer todos los ajustes que sean necesarios es un camino más lento y complejo, pero al parecer será el único que permitirá encontrar un modelo de trabajo híbrido que realmente funcione en este mundo tan cambiante.

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